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Mostrando las entradas de mayo, 2023

Hasta siempre Rafa. La voz y el alma.

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Yo no sé si está bien escribir desde el dolor, y tampoco sé cuáles deberían ser las palabras para honrar la memoria de alguien que ya no está.  No lo sé. Escribo por necesidad, en un impulso, un arrebato de dolor. Necesito escribir y tiene que ser ahora, en este preciso momento, porque no puedo hacer otra cosa que escribir.  Se fue el Rafa y qué tristeza! Para quienes no lo saben, el Rafa Hernández fue un gran locutor y periodista y durante los '80 fue la voz oficial de la Rock&Pop. Tenía una voz increíble y la mayoría de los separadores de aquellos años son de su autoría.  Creo que lo conté muchas veces, durante mi adolescencia la radio, y especialmente la Rock&Pop, fue mi compañía a toda hora.  Y el Rafa le ponía su voz. Ponerle la voz a la radio, que es como decir ponerle el alma.  Pero además, y especialmente, el Rafa fue el conductor de uno de los programas de radio más geniales que escuché en toda mi vida, y no exagero. Estoy hablando de Piso 93, un programa que salía

Un día de sol

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Hace un tiempo atrás, en otro posteo, recordaba cierta mañana de verano en la que caminaba por la playa juntando caracoles lilas y pensé en poesía. Siempre me dio curiosidad ese recuerdo.  Hay momentos chiquitos, intrascendentes,  pero que, vaya uno a saber por qué, quedan guardados en el recuerdo para toda la vida. Hoy me acordé de otro momento igualmente curioso. Fue un día de esos, uno cualquiera. Era agosto y caminaba por alguna calle de Primera Junta. Me acuerdo que había un sol precioso que me daba en la cara. Yo miré a mi alrededor y una emoción especial me inundó. Entonces pensé que era feliz y que me sentía plena. Siempre me acuerdo de ese día, de ese momento, de lo que sentí y de lo que pensé. La verdad es que no había pasado nada especialmente significativo para que permanezca durante treinta años en mi memoria.  Aquella mañana iba a la facultad exclusivamente para comprar unos apuntes de lingüística. Tenía que preparar el final y como  la mayoría de las veces, podía comprar

Nuestras voces

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Dicen que fue una tal Eva la que empezó  con todo esto. La primera de esta historia.  Dicen que fue creada para el bien, para acompañar al hombre, para ser su sombra y su abrigo. Dicen, también, que erró el camino y se alió al mal, vencida por la curiosidad. Dicen. Ellos. Palabras arrebatadas, usurpadas. Nos cuentan. Zonzas, infantiles, peligrosas. Bobas, crueles. Inocentes y taimadas. Nunca creas en una mujer, dice la historia.  Nunca creas en sus lágrimas ni en sus palabras. Si lloran, fingen. Si hablan, mienten. Así fuimos relatadas, siempre.  Otras voces se ocuparon de nombrarnos, de decirnos, de contarnos.  Crecimos en silencio, escuchando esas voces, creyendo. Ah, pero la historia tiene grietas. Y nosotras, ya lo saben, amamos las grietas. Las amamos. Desde el fondo de la tierra, entre las grietas, nuestras voces se abren camino y crecen como brotes nuevos. Por las grietas, nuestras voces se cuelan para ver la luz. Nuestras voces, naciendo desde la oscuridad más profunda.  Nuestr

El amor después del amor o el resto de nuestras vidas

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¿Qué es El amor después del amor ? ¿No es quizá ese ejercicio tan absolutamente  humano de ritualizar los finales, dar un cierre a lo que ya no es y abrir nuevas puertas para volver a empezar? La serie de Fito es eso, es la historia de un héroe, uno tan épico y tan terrenal que provoca fascinación. Uno que camina a tientas, se cae, se hunde, se levanta, sigue, vuelve a caer y resurge una vez más. A lo largo de cada capítulo acompañamos este recorrido, vemos sus caídas y sus renacimientos.  ¿Quién no se sintió alguna vez así? En la vida real, en el mundo real, nosotros también nos caemos y nos levantamos una y mil veces. Y a veces, algunas, no nos levantamos. En la vida real, y en la ficción,  los héroes caminan buscando algo, el sentido de la vida quizá, el sentido de la muerte, tal vez.  Un camino que se hace en absoluta soledad. Siempre en soledad. Porque como en todo relato épico, pese al amor y a la admiración que rodea al héroe siempre estará solo frente a la oscuridad. Se hunde s

Deseos en el día del trabajador

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Ser concebidos con amor. Crecer rodeados de cuidados. Vivir dignamente, comer todos los días, dormir en un lugar confortable. Acceder a cualquier deporte, asistir al cine, al teatro, leer libros. Recibir amor, contención; recibir abrazos; ser escuchados y valorados. Estudiar lo que nos guste, poder elegir dónde y de qué manera. Poder arrepentirnos y volver a empezar. Trabajar de lo que estudiamos. Trabajar de lo que nos guste. Vivir holgadamente con nuestro trabajo. Poder planificar, proyectar. Acceder a aprendizajes y perfeccionamientos; saber que podemos ser mejores cada día. Compartir comunitariamente las actividades que requieren mayor esfuerzo físico o que son poco gratas para todos. Trabajar pocas horas, que quede tiempo para descansar, disfrutar de los afectos, de la diversión, de la soledad. Reivindicar el ocio, en todas sus formas; que el trabajo sea un medio y no un fin. Producir lo necesario,  sin envenenar la tierra, el aire, el agua. Saber que nuestro trabajo no hace daño