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Mostrando las entradas de septiembre, 2023

El tiempo y los fuegos

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"Ahora en esta hora inocente yo y la que fui nos sentamos en el umbral de mi mirada" Alejandra Pizarnik  _ ¡Corré que lo perdemos! Los pies de Juan se largan a la carrera para llegar antes que el  colectivo.  Yo corro también,  todo lo que puedo, pero de pronto lo veo a media cuadra. Me apuro pero no hay caso.  Juan se agarra del pasamanos y sube justo cuando estoy llegando. Le agradezco al chofer la espera y mientras busco la Sube y pago mi viaje me manda un rosario de consejos dedicados a una madre descuidada. _ Dígale a su hijo que la próxima vez yo arranco. Si el sube sin usted no espero y arranco. Amoroso el señor. "Se lo digo por su bien" me advierte, y como yo no puedo quedarme callada cuando algo me revienta le aviso que mi hijo sabe muy bien lo que hace y que no precisamos sus consejos. _ Como quiera _ me dice. _ Por supuesto _ le retruco. Con toda la dignidad que puedo juntar camino por el pasillo hasta el asiento donde Juan me está esperando. Todavía resp

Cuando el peligro acecha

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"Que nos digan adónde Han escondido las flores Que aromaron las calles Persiguiendo un destino ¿Dónde, dónde se han ido?"          Victor Heredia Cuando era chica y en la tele sólo había cuatro canales, disfrutaba mucho cuando pasaban documentales. Supongo que esa fascinación tendría relación con el descubrimiento de un mundo nuevo lleno de sorpresas. Me gustaban especialmente los documentales que mostraban la vida de los animales en la naturaleza.  Podían estar filmados en selvas, en desiertos, incluso en océanos. Eran momentos cotidianos en la vida de los animales, algunos pequeños, otros grandes y otros enormes. Una cámara los seguía y mostraba como buscaban comida, como cuidaban a sus crías, como cazaban. Las escenas que más me impactaban eran las de cacería, por supuesto. Especialmente cuando la cámara se detenía en algún animalito que estaba por convertirse en presa. Una voz en off narraba los hechos, describía el peligro.  Un ciervo quizás, o una liebre, bebiendo en un

Hongos venenosos

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Los comentarios despiadados crecen como hongos venenosos. Aparecen de la nada y se dispersan por las redes. Ella responde, pese a la violencia. Responde con suavidad, y también con firmeza.  No se habla de los cuerpos ajenos, dice; no se habla de las caras. No se habla de los otros. Una década de dolor guarda su cuerpo. No se habla de los cuerpos ajenos, dice.  Cuando vi ese video, hace unos meses, me subió la sangre al bocho. Me pasa siempre con los haters, los odiadores seriales, esos hongos que aprovechan el anonimato de las redes para expandir su veneno. Últimamente trato de contenerme para no responder, para no enredarme en batallas imposibles. "Los leo y me dan lástima", lo dice casi con ternura. Vaya a uno a saber qué inseguridades, qué complejos se ponen en juego en esos comentarios despiadados, comenta. Hongos venenosos. Eso son. Señalan nuestras imperfecciones, se burlan. Y cuando sentimos vergüenza, miedo; cuando  intentamos esconder, cambiar, tapar, nos exponen. H