Exámenes y sueños

Estoy en la escuela y cuando voy a biblioteca me cruzo con Eli, una alumna de quinto. En la siguiente hora tiene conmigo.

_ Profesora, soñé toda la noche con ese viejo pelado! _ nos dice con una risa intensa a Julieta, la bibliotecaria, y a mí.

El viejo pelado es ni más ni menos que Neruda. Hace un par de meses estamos leyendo "El cartero" y hoy tienen una evaluación sobre la novela.

Se nota que ella misma está sorprendida de haber soñado con el autor/personaje de una novela, y en la propia extrañeza me abraza y compartimos la risa.

Después me dice que lo soñó escribiendo con su birome verde, tal como dice en el libro.

Y yo me emociono.

Le digo que está trabajando muy bien y que es impresionante cómo cambió desde principio de año.

Eli, que tuvo que dejar su historia, sus afectos y parte su vida en su provincia, allá por el norte, me cuenta (mientras una "R" suavecita se arrastra cadenciosa en sus palabras) que sí, que es cierto, que le costó mucho adaptarse pero que ahora lo logró.

Los ojitos se iluminan.

El examen que escribe es un lujo. Hasta el propio Neruda estaría orgulloso.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Una soledad propia

Como sapo de otro pozo

Yo, docente

Cien años de amor

Los lápices ayer y hoy

Araceli

Hasta siempre Rafa. La voz y el alma.

El vulgar irreverente

Final

Pedacitos de poesía