Nos quedan las palabras

 Un día perdimos o creímos perder todo,

pero entonces dijimos: "Nunca podrán  sacarnos el abrazo".

Y entonces llegó un virus fatal 

y se prohibió el abrazo.

Tuvimos que aprender a distanciarnos.

"Nos sacaron todo" pensamos.

"Ya no nos queda nada" dijimos.

Y cuando todo quedó en silencio, 

y cuando los cuerpos perdieron el calor del otro cuerpo,

fue ahí, ahí mismo, en el centro de la angustia  que recuperamos el don de la palabra.

Aprendimos.

A abrazarnos con palabras.

A acariciarnos con palabras.

A cuidarnos con palabras.

Las palabras recorren distancia infinitas,

cruzan de una punta a otra,

esquivan al monstruo,

llegan a destino.

Las palabras nos acercaron, 

nos acunaron.

Las palabras nos envolvieron 

y fueron cobijo y fueron encuentro.

Y el mundo volvió a ser nuestro.



Comentarios

Entradas más populares de este blog

No en mi nombre

Belén

Tres pibas menos

Andando pueblos

Cuentos de mamá

Laberintos

El vulgar irreverente

La UBA, mi hogar

Crónica de emociones compartidas

Una mancha tenue en el asfalto