El sueño grande

Tenía 11 años cuando pedí para el día del niño un cassette de Sergio Denis. Se llamaba "Por la simpleza de mi gente" y la tapa era una pintura de Anikó Szavó, un paisaje en arte naif que estaba muy de moda en los '80.

A ese cassette lo gasté de tanto escucharlo. Tenía unas canciones que me fascinaban, como "Soledad", tan triste; o la joyita "Fiesta del sueño grande" junto al cuarteto Zupay y "Malísimo" de Rubén Rada.

Me encantaba Sergio Denis. Me encantaba en serio. Siempre que pienso en él lo asocio a esos años de cambios tan profundos que ocurren cuando una nena tiene 11 años y empieza a picarle el bichito de los metejones y enamoramientos varios, de la coquetería y todo eso. Ahora lo llaman pre adolescencia pero en esa época seguías siendo una pendeja y punto.

En fin, me acuerdo mucho de esa época porque ese era mi primer cassette sólo mío. Deseado, pedido y esperado por mí. Lo guardaba con mis objetos personales más queridos y valiosos. Lo escuchaba hasta el cansancio.

Me gustaba tanto Sergio Denis. 

Me gustaba escucharlo cantar y también cuando hablaba en las entrevistas, porque tenía una suavidad en la entonación y una sonrisa dulce y cálida. 

Pasaron los años y crecí, me hice más amiga del rock. Pero siempre guardé su música en un rinconcito de mi historia, en esos primeros años de aprendizajes y sentimientos nuevos.

Después pasó de todo en su vida: estafas, acusaciones, se vino al barrio y el barrio lo cobijó. Tuvo varios papelones sentimentales y el paso de los años lo agarró desprevenido.

Tuvo un final muy triste, cayendo de un recital a la nada misma. Me dio mucha tristeza entonces y hoy me produce un gran dolor su partida.

Mi niña de 11 años, con ojos de amor y primavera en el rostro te va a querer siempre. 

Y yo también.




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