A gut ior
Así que, sin más vueltas, decidí saltearme la tradición familiar e ir a trabajar ese día.
_ ¿Cómo que vas a ir a trabajar?
_ ¿Cómo que vas a ir a trabajar? _me preguntó esa noche, y yo pensé "Soné!".
Le expliqué que no era un tema de convicción sino de necesidad.
_ No podés ir a trabajar _ fue la sentencia.
No había explicación que valga. Se sentó enfrente de mí y empezó a hablar. Las dos bobes, los zeides, sus historias, el barco, la pobreza, las costumbres. Además, estaba la historia, la de aquellos judíos marranos que escaparon de España y que se reunían en secreto para poder festejar.
Todo eso importaba y me lo explicó y me lo explicó y me lo volvió a explicar durante un buen rato.
No me acuerdo, sinceramente, si entendí sus argumentos, pero aflojé. Al otro día llamé al Instituto y avisé que no iba.
No volví a trabajar nunca más un año nuevo judío ni un Iom Kipur ni un Pesaj.
Por mi viejo, por sus grandes sueños, por mis bobes y mis zeides, por los que no están y se extrañan, por los que estamos y nos queremos.
Por el mundo que quiero imaginar...
A guit iur!!!
CELEBRA MUCHO!!!? SOBRAN LOS MOTIVOS!!!
ResponderBorrarAbrazo!!!!
ResponderBorrarA guit ir Claudi! Chin chin con y por ustedes!
ResponderBorrarGracias Juli!!!
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