Quiénes somos

Dice mi amiga que no entiende cómo lo hacemos, me dice que ella no podría, que no sabría cómo, qué no puede entender cómo nos animamos.

Y tiene un poco de razón, porque si me pongo a pensar, yo tampoco sé cómo lo logro cada día.
Despertar en la madrugada e ir a ver si respira bien, controlar ese resfrío, ver cuándo le toca la próxima vacuna, enseñarle a cruzar las calles, recordar qué tiene que llevar mañana a la escuela, pensar qué le hago de comer, y cómo le fue en la escuela, por qué está triste, qué le pasa, de qué se ríe, qué necesita.

¿Cómo es esto de ser mamá?

Dice Cortázar que cuando alguien te regala un reloj te regala también una enorme lista de preocupaciones: ponerlo en hora, controlar que funcione correctamente, cuidarlo mucho.
Alguien, creo yo, debería hacer algo parecido y crear instrucciones para ver crecer a un hijo.

Hoy, en este mundo capitalista, patriarcal, explotador, ser madre es asumir una lucha enorme desde el comienzo.
Luchamos por y para ellos pero también por y para nosotras. 
Y no es egoísmo.
Es amor.
Estamos aprendiendo que el amor no es eso que nos enseñaron, eso de la mujer abnegada, la mujer que se posterga por el bien de su familia.
Porque la mejor forma de amor que podemos enseñarles es que mamá no es supernada, mamá es tan humana como papá y como todos.

A veces reclama igualdad.
A veces lo consigue.
A veces se siente avasallada. 
A veces logra ser escuchada.
A veces no.
A veces necesita sostener deseos y sueños y proyectos propios.
A veces se siente muy culpable porque el mundo que la rodea dice que es egoísta.
A veces no le importa nada de nadie y se siente juzgada.
A veces sólo desea ver la vida con los ojos de su hijo y también se siente juzgada.
A veces da todo y no se guarda nada.
A veces no da nada y se guarda todo.
A veces se quiebra, porque no puede con todos los molinos que quiere derribar.
A veces se enoja con el mundo entero, porque se siente sola.
A veces pide ayuda a  otras mujeres porque sabe que la van a entender.
A veces se abre y desea compartir sus emociones.
A veces se cierra más, porque siente que nadie la va a entender.
A veces no puede más de tanto amor que le da su hijo.
A veces se angustia.
A veces siente que el mundo vale la pena solamente porque su hijo camina en él.

Siendo quiénes somos, con todas nuestras contradicciones y nuestras dudas, con nuestras certezas y nuestros deseos aquí estamos, enseñando.

Enseñando que los sueños no se abandonan.
Enseñando que los sueños se persiguen, hasta el final.
Que nunca tenemos que dejar de ser quienes somos.
Que la rebeldía es una virtud y el sueño de otro mundo es nuestra arma.
Que por todo eso, nunca tenemos que traicionamos.

Enseñando que construimos vida y que querer transformar la vida vale la pena.

Estamos enseñando, y también claro, estamos aprendiendo.



Feliz día a quienes, de una u otra forma, maternan cada día!!!!





Si querés saber cuándo subo una publicación nueva seguime en Instagram: @clauszel 

Comentarios

Publicar un comentario

DEJAME TU COMENTARIO!😌

Entradas más populares de este blog

Una soledad propia

Como sapo de otro pozo

Yo, docente

Cien años de amor

Los lápices ayer y hoy

Araceli

Hasta siempre Rafa. La voz y el alma.

El vulgar irreverente

Final

Pedacitos de poesía