Rebelión

Y es que sí,
quizás soy una ladrona,
una asaltante de poca monta.

Ando por ahí, robando.

Le robo un poco de tiempo al trabajo.
A las tareas domésticas les quito también.

Me quedo con algunos minutos de caminata.
Le arrebato algunas horas al sueño
y también, por qué no, al almuerzo.

Sólo así puedo escribir.
Hurtando.
Saqueando.

Pedacitos de tiempo.
Retazos de existencia.

Escapo de tiempos pautados y de rutinas,
de ritmos frenéticos y estructurados.

Así escribo.
Así me creo y me sublevo.

La palabra es mi arma sagrada.
La escritura es mi rebelión.






Comentarios

Entradas más populares de este blog

El monstruo de la educación

La alegría es un derecho

El vulgar irreverente

Releyendo a Lolita

Andando pueblos

Nuestros miedos

Es un buen tipo mi viejo

No en mi nombre

El por qué del nombre