El buen amor

 

Así que hoy es San Valentín!

  Si la fecha es una excusa para la celebración y para el encuentro amoroso, mucho mejor.

  Empiezo por acá porque a veces, los que no entienden nada creen que el feminismo está en contra del amor.

  Nada más lejano. 

  Que viva el amor.

  El buen amor.

  El que nos hace sentir bien. El amor que acompaña, apoya, cobija y que, necesariamente, es recíproco en todas sus formas. 

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  Ese es el tema.

  Un amor que no nos condiciona, no nos frena ni nos impide construir desde el deseo.

  Cuando hablamos del amor romántico es posible que en muchas personas se produzca cierta confusión, porque la verdad es que no se trata de cuestionar el agasajo, la demostración de cariño, el afecto, sino todas las ideas que se construyen en torno al ideal romántico. 

  Dejar todo por amor.

  Amar sin cuestionar.

  Aceptar lo que nos hace sentir mal.

  Creer que el amor está por encima de todo sueño o deseo personal.

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  Me pongo a pensar en mi historia con el amor y, ay, es un compendio de desastres. Casi todas mis relaciones de pareja están signadas por situaciones que hoy me dan desde risa hasta escalofríos.

  Lo que no puedo entender es cómo no veía, cómo no entendía.

  No, no es cierto. Sé que sí veía y que sí entendía. Y que lo negaba, como seguramente lo hicieron las otras mujeres que me rodeaban.

  Las alarmas se prendían. A veces me invadía la rabia y reaccionaba; a veces sólo era una explosión por dentro, un temblor; y otras veces era un simple malestar, una incomodidad, la sensación de que algo no estaba bien.

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  En una entrevista, un famoso hombre de los medios cuenta sobre la necesidad de desconectarse de la tecnología y comenta que nunca usó watssap cuando sus hijos eran adolescentes y volvían tarde. "De alguna forma lo resolvía" explica. Debajo, entre los comentarios, una lectora acota: "Conozco a tu esposa y sé que ella sí estaba pendiente del watssap cuando tus hijos salían".

  Así cualquiera se desconecta.

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  ¿A las mujeres nos gusta, nos gustaba que nos tratasen así? ¿Seríamos tontas? 

  ¿Hasta dónde lo que aprendemos puede construir nuestra percepción del mundo?

  Pienso ahora en las mujeres del cine. 

  ¿En cuántas películas el personaje femenino tiene una familia y logra desarrollarse profesionalmente, sin que ello implique un conflicto? 

  De verdad, hagan el ejercicio también. Piensen.

  Resulta que en casi todas las tramas, el éxito profesional deriva en un fracaso familiar. 

  Es interesante porque esto rara vez le ocurre al protagonista masculino. El foco nunca está puesto en lo que deja en el hogar, porque ese territorio no le pertenece. 

  Por otro lado ¿En cuantas películas el personaje femenino sólo existe como sostén de los otros personajes y por ende carece de cualquier desarrollo argumental?

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  Siempre pienso en Kramer versus Kramer, aquella película que desató opiniones encontradas. La primera vez que la vi era chica y calqué (sí, calqué) las opiniones de mi mamá. Pobre hombre abandonado, quedarse sólo con un hijo. Todos seguimos la evolución de este padre que logra ocupar un lugar en la vida de su hijo hasta que aparece ella otra vez ¿Qué quiere? ¿Se arrepintió? ¿Quería encontrarse y ahora también quiere a su hijo?

  En aquel entonces nos conmovimos con ese padre maravilloso y detestamos a la mala madre.

  Volví a ver la película hace un tiempo. Y vi otras cosas. La historia empieza con el éxito del marido en su trabajo. Brindis, elogios. Después vuelve a su casa, es tarde y tan concentrado está el protagonista en si mismo que no ve la valija; tampoco vio antes las señales, la tristeza de su esposa, su angustia, su necesidad de hacer y ser más allá del hogar. 

  En fin, perdón Meryl, no había entendido. 

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  Salir de ahí no es fácil. 

  Reproducimos lo que conocemos.

  Todas las veces que quise y creí escapar del amor mal aprendido, terminé cumpliendo con todos sus mandatos. 

  No sé si siempre puedo escapar. Pero trato.

  Siempre. 

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  En lo personal nunca me conmovió esta festividad. Podría decir que es extranjera pero casi todas las fiestas lo son, podría argumentar que me resulta ajena porque no crecí con ella pero tampoco es eso.

  Quizás es todo eso que guardo sobre el romanticismo, sobre el amor que crece tan cerquita del dolor. 

  Quizás. 

  Pero como dije al principio, sé que existe el buen amor.

  Dondesea comosea cuandosea. 

Amor pareja recíproco compañero compinche.

  Amor abrigo. 

  Amor alas.

  Amor camino.

  Feliz día para quienes festejen!


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