Cerrar la boca

"No hay peor cosa en este mundo que cerrar la boca porque te impiden abrirla"
                      Paulita Bessone

Mi querida amiga y colega Marina Sosa, alias Paulita Bessone, tiene una página en Facebook que se llama "Cerrar la boca" y la recomiendo muchísimo. Sus cuentos y sus reflexiones en torno a todo lo que se dice y todo lo que se calla son increíbles.

Cerrar la boca.

Antes de empezar este posteo me acordé de ella.

Guardar, sellar, no dejar salir y no dejar entrar.

Clausurar.


Curar o dañar

Ayer fui al médico. Necesitaba consultar algunas cuestiones de salud que no son graves ni urgentes pero que me preocupan.

El doctor me escuchó atentamente y después  me explicó que había dos opciones: la primera, una intervención quirúrgica que inmediatamente resolvería el problema; la segunda, en cambio, era de resolución más lenta pero más amigable: bajar de peso.

Efectivamente, en los últimos años fui aumentando gradualmente de peso. Supongo que la pandemia y los cambios hormonales contribuyeron.

Desde entonces y hasta hoy intento cuidarme, caminar, comer mejor. Pero cada vez me cuesta más lograr el peso requerido.

Así que en los últimos tiempos sigo insistiendo con los cuidados pero a la vez estoy aprendiendo a disfrutar de esta que soy, porque este cuerpito no se cansa, me lleva de acá para allá y además porque esta soy yo y punto.

Pero ahora, ante las dos opciones, deseé con todo el corazón, poder bajar de peso y evitar la operación.

"Tendré que redoblar esfuerzos, volver a pedir ayuda a una nutricionista" pensé y así se lo comenté a mi doctor.

_ Bueno, entonces ya sabés, vas a tener que cerrar la boca_ me dijo él, y sonrió.

Yo no sonreí.

Tampoco le contesté.

Podría haber dicho algo, pero no supe, no se me ocurrió. Algo me pasó por el cuerpo, como una descarga, un temblor interno. Bronca.

Terminó la consulta y antes de irme, en la sala de espera, frente a los otros pacientes que esperaban repitió la frase mientras yo abría la puerta para irme:

_ Ya sabés, cuando tengas la comida adelante, cerrá la boca.

Me fui un poco molesta pero empecé a indignarme de a poco.

Me acordé de otras situaciones parecidas.

Cuando terminó la cuarentena, por ejemplo, fui a la médica clínica y le comenté que había aumentado mucho de peso.  Ella tomó nota y después de un rato levantó la vista y resumió mi planteo en una frase.

_ Me decías que te descontrolaste con la comida, no?

Estaba bien claro, por si no lo entendí. El problema era mi falta de control.

Pero ahora, además de tratarme de descontrolada, me estaban mandando a "cerrar la boca".

Seguí pensando en los médicos y me acordé que cuando nació Juan me pasó algo parecido. Al día siguiente de haber dado a luz, el obstetra pasó por mi habitación para ver cómo estaba. Mientras revisaba la costura de la cesárea me aclaró:

_ Lo que hay acá de más es todo tuyo.

Me acuerdo que en ese momento me importó poco y nada. Acababa de tener un bebé ¿de qué me hablaba este señor?

En todo esto pensaba ayer.

Pensaba y me preguntaba por qué un médico que no conocía mis hábitos de alimentación me hablaba con tanta  liviandad de mi peso.

Alguien podrá decirme que lo dijo por mi bien, pero resulta que no necesito ni el reto ni la advertencia ni la burla. No hay ningún aporte médico en esa clase de comentarios. Una persona que subió de peso lo sabe perfectamente y está muy bien que un médico sugiera que baje de peso. Todo lo otro está absolutamente de más y además es hiriente y ofensivo.

"Cerrá la boca" me dijo el médico.

La imagen que surgió en mi mente fue inquietante: de pronto me vi a mí misma sentada frente a una mesa muy larga repleta de manjares, mi cuerpo redondo e inmenso sobre la mesa, mis manos repletas de comida y mi boca abierta, claro.

Así me imaginé.

¿Si me dolió? 

Por supuesto.

Existe aún en la sociedad la idea nefasta de que una persona es obesa porque se le da la gana o porque le da pereza esforzarse para adelgazar.

Los opinadores de los cuerpos ajenos suponen que ellos son modelos a seguir, ya sea porque sus cuerpos son esbeltos o porque alguna vez no lo fueron pero pudieron bajar de peso. Cualquiera que se diferencie de ellos no está haciendo bien las cosas, no están siguiendo su ejemplo.


Boca cerrada.

Cuando una mujer no puede bajar de peso suele decirse a sí misma y a sus amigas "no tengo disciplina".

Disciplina.

La boca cerrada es disciplina.

Porque en boca cerrada no entra comida ni salen palabras.

"...Vuestras mujeres callen en las congregaciones. Pues no les es permitido hablar, sino que estén sujetas, como también la ley lo dice. Y si quieren aprender algo, pregunten en casa a sus maridos; porque es indecoroso que una mujer hable en la congregación." dice la biblia.

Pensaba en todo esto, en lo que significa para una mujer cerrar la boca.

No comer de más, no hablar de más, no hablar fuerte, no cantar, no gritar, no escupir, y por supuesto, bostezar con la boca tapada.

La boca cerrada, es todo lo que se espera de una buena dama. 

Pero claro, la boca cerrada produce otros problemas, otras situaciones. Angustia, estrés, dolor, bronca.

Y si todo eso no sale se muere en el estómago, en ese lugar a donde debería ir a parar la comida, pero solo hay angustia, porque aprendimos a cerrar la boca.

Boca abierta entonces para cerrarla solo cuando queramos, solo cuando lo necesitemos. No necesitamos que nadie lo indique.

Boca abierta.

A abrir la boca, que salga todo lo que tiene que salir, que no quede nada que nos haga daño.

Que salga y que se evapore en el aire. 


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Comentarios

  1. Me sentí tan identificada Clau, como siempre te digo qué lindo escribís.

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  2. Excelente! Cerrar la boca, otras partes del cuerpo, control, disciplina, encorsetamiento...así crecimos 😔

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  3. Excelente todas las que subimos de peso en la pandemia sabemos lo que nos paso , nos paso la topadora , el miedo , el encierro , nos paso por el cuerpo ver gente muriendo , ver gente angustiada por no poder estar con los seres queridos , por suerte jamas cerramos la boca. ya sabemos que nos hace bien y que mal pero convengamos que el medio no ayuda cada vez mas hay que estar eligiendo que comer y que no , porque sabemos muy en el fondo que nos hace mal , y no digo tener un cuerpo esbelto digo comer sano para poder estar bien con uno mismo que en el fondo esa es la cuestion de todo esto , estar bien , con uno mismo lo demas no nos deberia importar

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    1. Claro, ahí está la cuestión. Comer sano no significa bajar de peso y bajar de peso no es necesariamente comer bien.

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  4. Y además, lo dice un Médico. Palabra santa!
    Yo pediría una segunda opinión. O tercera y la estupidez se repite.

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  5. vos vas a lxs medicxs y automáticamente cuando pasás por la puerta tenés un cartel o una etiqueta que dice GORDAAAAAA.... ningunx te pregunta que te pasa, cómo estás, cómo viene tu vida, por qué crees que engordaste... La etiqueta justifica todos tus males y lo peor es que es algo que vos no querés resolver, ni siquiera con el cigarrillo o las drogas te tratan de esa manera, porque saben que es muy difícil dejarlo o dejarla.
    Igualmente, no creo que tener tamaño grande es una enfermedad, el tema son las enfermedades que tenemos que con el sobrepeso nos complican.
    A mí me pasa lo mismo y me resulta muy dificil manejar, cuanto más me dicen gorda, más ganas de comer me dan... más me angustio.
    Igual avisame si vas a un o una nutricionista, necesito ...jajajaja

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    1. Buenísimo!!! Sí, eso que decis es interesante porque es verdad, no preguntan tu historia ni cómo llegaste a ese peso. Sólo ven el sobrepeso, pero no se mira igual cuando una persona está muy por debajo de su peso.

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