Jujuy

En estos días hablamos mucho de Jujuy, de la lucha de su pueblo, de la represión de sus gobernantes.

¿Qué decir más allá de la indignación y de la bronca?

Mientras veía las imágenes de las manifestaciones y de la policía reprimiendo, me vino el recuerdo de un viaje de hace tiempo.

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Iba a empezar este posteo escribiendo "Hace un par de años". Pasados los cincuenta parece que todo fue ayer pero hacés cuentas y no. Lo que pasa es que ya acumulamos mucha historia. 

Entonces, hace un par de décadas, anduve de vacaciones por Jujuy, especialmente por La Quebrada de Humahuaca. Un poco de turista y un poco de visita. Había sido invitada por una querida amiga que por esos años vivía en Tilcara. 

Gran antropóloga y gran investigadora, mi amiga estudia la cultura de los pueblos que habitaron estas tierras hace siglos.

No tengo demasiada experiencia en andar por ahí, viajando y recorriendo, pero de los pocos lugares por los que anduve, La Quebrada me pareció increíble.

Quizás estaba influenciada por la mirada de mi amiga, por su trabajo, por su pasión y su respeto para recuperar esos trozos de pasado.

La Quebrada es bellísima, cada pueblo parece salido de un cuento. Casitas pequeñas, montañas de colores, senderos que suben y bajan.

La plaza, los bares.

Y la historia. 

Y los habitantes de esa historia. 

Por todas partes se siente la sensación de que el pasado sigue ahí, tan vivo, tan presente. 

"Acá estoy,  por todos lados" dice "acá estoy, me respirás".

El primer impacto es deslumbrante. El segundo también. 

El día que llegué a Tilcara fui a buscar a mi amiga al museo donde trabajaba y la encontré dando una clase especial al personal no docente. Todos estaban muy atentos, analizando algunos hallazgos antropológicos.

Trabajaban y estudiaban reconstruyendo la historia. 

Así fue cada día. Calaveras y huesos.

Rearmar la historia de quienes habitaron esas tierras. Con respeto y con una dedicación increíble. 

Durante esos días recorrí distintos pueblos. Anduve por Purmamarca, por Maimará. 

En los viajes en micro presencié alguna vez como la policía subía a revisar a los lugareños ante la mirada extrañada de los turistas, en su mayoría europeos.

Una tarde caminé hasta el Pucará, donde un guía muy joven nos habló de aquella impresionante construcción. Era de Jujuy capital y cuando le pregunté algo sobre su ciudad me respondió con una mirada encendida. "En verano los lapachos se llenan de flores en Jujuy" dijo, y sonrío.

Otra vez, mientras esperaba a mi amiga en la puerta del museo, pasó frente a mí una mujer muy anciana, o al menos eso parecía. Llevaba sobre su espalda muchas ramas en un atado y cuando le pregunté para qué eran me explicó que venía desde el otro lado de las montañas,  y que esas ramas eran para sahumar la tierra, ya que pronto sería la fiesta de la Pachamama.

Y otro día entré a una tienda de telares. Me interesaba especialmente porque mi mamá desde hacía unos años se dedicaba a esa tarea. Varias mujeres tejían, algunas habían atado los extremos de las lanas a sus cinturas. Era fascinante. Me contaron de las tinturas naturales, de los tiempos que llevaba el trabajo.  

Caminaba por La Quebrada y a cada paso sentía lo mismo.

En todos lados, por todas partes, la presencia de una cultura antigua que seguía latiendo, que existía.

Es verdad que no tengo mucha experiencia en viajes, pero de los pocos lugares por donde anduve, en ninguno sentí tan fuerte y tan vital la presencia del pasado. Como si esa historia arrasada, siguiera siendo, siguiera existiendo aferrada a la memoria del presente.

Hace poco terminé de leer Elisa, la rosa inesperada de Liliana Bodoc. La historia central de la protagonista transcurre en Tilcara y hay una noche que cambia su vida, en una fiesta en el Pucará. Allí, en ese escenario conviven tres situaciones opuestas. Elisa tan vulnerable, rodeada de hombres malvados; Martín, con su inocencia y su seguridad de turista de clase media. Y en los muros del Pucará, la historia. El rostro de una niña, una niña de otro tiempo. "¿Acá vivís?" preguntó Elisa, "Acá vivimos", respondió la niña.

En la novela, Bodoc habla también del abuso de los que tienen poder y riqueza, de la vulnerabilidad de quienes habitan esas tierras.

Hay un poder económico que se alza sobre todo lo que existió y existe, un poder que no reconoce ni respeta la historia de las distintas comunidades, un poder que se vale únicamente del abuso y de la violencia.

No quiero caer en los lugares comunes, pero cada vez se hace más necesario escuchar lo que la memoria de los pueblos tiene para contar, para decir. Para decirnos.

No fuimos los primeros y no somos los mejores.

No todos vinimos de los barcos.

Ninguna tecnología puede valer más que los recursos naturales.

Ninguna ley de ningún gobierno puede valer más que las voces de los pueblos.

Y definitivamente el litio nunca valdrá más que el agua.






Comentarios

  1. No es cultura antigua, es cultura viva. Los pueblos originarios no son el pasado, es una manera distinta de ver el mundo. No le hacen culto a la Pacha porque simulan un amor a la tierra y después siguen su vida viendo el mundo como nosotrxs. La tierra es más que el suelo que pisamos, es más que el terreno que alambramos, es más que el suelo que me da el alimento... es un ser no humano con el que convivimos.
    "No quiero caer en los lugares comunes, pero cada vez se hace más necesario escuchar lo que la memoria de los pueblos tiene para contar, para decir. Para decirnos". tal cual... necesitamos escuchar e intentar ver el mundo desde su perspectiva para poder entender el dolor que ocasiona el saqueo. No es volver para atrás en el tiempo es disfrutar de nuestro tiempo entendiendo que no solo humanos habitamos el mundo y que no solo humanos condicionan y transforman la vida de lxs otrxs. Hermoso tu relato Clau

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    1. Gracias a vos por tu comentario tan valioso. Hay mucho que no sé, seguramente. No dije que los pueblos originarios sean el pasado, sí creo que tienen una historia que viene desde el pasado hasta nuedtros días, al menos es lo que traté de expresar. Tampoco creo que simulen un amor a la tierra. En general trato de no decir cosas que no conozco y menos desde el prejuicio. Saludos!!!

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