La palabra tiene poder. Creo que es una de las pocas certezas que tuve desde muy chica: yo quería atrapar a las palabras, quería acariciarlas, quería jugar con ellas. Quería domesticarlas. Escribir, contar, crear. Desde entonces supe que ese universo literario sería parte fundamental de mi vida y de mi historia. Por eso, un poco a las apuradas, un poco a modo de prueba, con alguna seguridad algo improvisada, surge el nombre de este blog: Azorada. El diccionario me dice que significa algo así como sorprendida, alarmada. Pero la verdad es que lo elegí porque "Azor" era el nombre del protagonista de un cuento que escribí cuando era adolescente y tenía la cabeza llena de deseos de libertad. Azor era un hombre alado. Con su cabellera larga y ondulada y su tez morena, mi Azor pisaba la tierra y escapaba al cielo. Azor era un personaje entrañable para mí, quizás un poco cursi y seguramente muy influenciado por películas y libros de entonces. Pero...
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El por qué de un nombre
El tiempo y la belleza de los cuerpos
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Hago morisquetas frente al espejo y confirmo que todas esas marcas que estoy viendo son el resultado de gestos repetidos infinidad de veces. Si me río, por ejemplo, unas arrugas chiquitas se amontonan alrededor de mis ojos y cuando dejo de reír ahí están, un poco más tenues pero claritas. Los surcos alrededor de los labios son peores, avanzan en forma vertical y son como pequeñas cicatrices. Besos que quedaron calcados en la piel. Además están esas otras, bajo el cuello, allí mi piel se ve como un papel suavemente gastado. Arrugas. ¿En qué momento pasó esto? ***** El chico del vivero me sonríe condescendiente. Yo le hablo de mis plantas, le explico detalladamente lo que les pasa y él, pura amabilidad, me responde. Pero es demasiado joven y no sabe fingir. En cambio yo, veterana, reconozco su sonrisa compasiva y me irrito. Odio que me sonría de esa manera. ***** Hace un año que no voy a la peluquería. La últim...
Es un buen tipo mi viejo
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Ya estoy grande papi, ya estoy grande. Cuando vos tenías mi edad yo ya estaba en cuarto año, una adolescente hecha y derecha. Si habremos peleado en esos años. Nuestra comunicación era difícil, y por momentos, fue casi imposible. Cuando era chiquita, en cambio, no podía enfrentarte ni decirte nada. Te tenía miedo. Vos con esa voz cavernosa y esa mano pesada. Tengo presentes todas y cada una de tus palizas, y todavía cuando me acuerdo, duelen. Es la verdad. Son dolores que quedan por ahí en alguna parte del cuerpo y cuando el día se pone complicado, a veces vuelven a doler. En casa justificábamos todas esas violencias explicando, y explicándonos, que éramos muy apasionados, pero a la distancia empecé a entender la diferencia entre pasión y violencia. Ojalá hubieras podido abrazarme y decirme "te quiero" con toda la pasión. Pero en la adolescencia empecé a perderte el miedo, cosas que pasan cuando uno es joven, y aunque tu...
Otras formas de poder
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"Lo urgente no deja tiempo a lo importante" dice Mafalda y acá estoy, escribiendo sobre Cristina y el fallo de la corte suprema. No pensaba escribir sobre esto, pero siento la urgencia. Ayer, una vez más, los derechos del pueblo quedaron sepultados. No soy siquiera cercana a las propuestas de la ex presidenta. Es más, cada vez me siento más lejos de lo que dice y hace. Y lo remarco precisamente para establecer un punto: esto no tiene que ver con simpatías y afinidades. Lo importante, lo verdaderamente grave, es que ayer ¿la justicia? demostró una vez más y de manera grosera que sus tiempos y sus decisiones no son iguales para todos. ***** Me pregunto por qué seguimos aferrados a este sistema injusto, despiadado, cínico. ¿Qué seguridades, qué promesas nos ofrece para que no nos atrevamos a inventar algo mucho mejor que esto? Tengo pendiente desde hace un tiempo escribir sobre la utopía, esa palabrita que ahora se us...
Diez años de esta nueva historia
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Crecí en otra época, en otro siglo, en otro mundo. Un mundo en el que la educación patriarcal por momentos quedaba enredada en ciertos atisbos de otras perspectivas más interesantes. Desde muy pequeña aprendí a jugar a la mamá con mis muñecas pero también me inventé, con un pedazo de vidrio, unas pinzas y otras chucherías, un laboratorio secreto, justo detrás de la puerta de mi habitación, y allí jugué a que era una gran científica. A los diez años decidí que iba a estudiar letras y periodismo pero a la vez vivía enamorándome de chicos que me trataban mal y con los que imaginaba casarme y tener muchos hijos. Me crié en un hogar en el que la violencia verbal de mi papá era cotidiana y justificada y al mismo tiempo fue mi papá quien me enseñó a amar los libros, las preguntas, las ganas de aprender y tantas otras maravillosas. Nunca fui muy femenina, es cierto, ni demasiado coqueta, pero siempre imaginé que un día un bello varón descubriría a...
Candela, la poesía y el arte como construcción colectiva. Porque nadie se salva solo.
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"En el vacío del hielo, donde la muerte acecha, un hombre lucha por sobrevivir, con cada paso, con cada aliento, busca mantener viva la esperanza." Ahora, cuando ya pasaron algunos días, quiero escribir sobre Candela. Quiero contar acerca de Cande y de la palabra que se vuelve poesía. Quiero escribir sobre el arte y sobre los espacios en los que se construye y se comparte ese arte. Quiero hablar de las redes que armamos y del amor, y no quiero sonar cursi pero bueno, qué remedio. El viernes pasado festejamos, junto a Candela, la presentación de su libro de poesías. Un libro que fue gestado de manera colectiva, independiente, solidaria. Un libro que fue pensado, imaginado, impulsado desde el más genuino de todos los sentimientos, el amor, el afecto, el deseo de hacerle bien a quién queremos. ¿Por qué es importante todo esto? Por muchos motivos. Por Cande, porque ya dije que la amamos, porque es un sueño cumplido, porque está feliz. Por la poesía. Porque necesitam...
El Eternauta, la escuela, el mundo.
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No me acuerdo cómo llegué a descubrir El Eternauta, creo que por un amigo. Tenía veintipico y cuando leí esa historia quedé fascinada. Era una gran novela de aventuras, era una historieta increíble y además, todo ocurría acá nomás. La nieve mortal, los cascarudos, los gurbos, los Manos, los Ellos. La lucha feroz, el caos, la organización. La resistencia. Qué más se podía pedir. ______________________ De cómo una ficción se convierte en testimonio. Germán, el escritor, está trabajando en su casa. Es de noche y de pronto levanta la vista y ve algo que lo sorprende. Juan Salvo, el viajero del tiempo, se materializa ante él para contarle una historia. El recién llegado le narra acerca de una terrible invasión, de las muertes y de la lucha de los sobrevivientes. Cuando termina su relato, German comprende que aquel horror aún no ha comenzado y que está por suceder. Desesperado, sale a la calle, con la amarga sensa...
Rotos
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Hace más de un año que me despedí de las escuelas, pero supongo que nunca dejaré de ser docente. Docente de escuela pública. Orgullosa docente de escuela publica. Siempre. En estos últimos días, cuándo no, las escuelas están en el epicentro de las tormentas noticiosas. Armas, conspiraciones. Violencia. Y aunque no estoy en las escuelas, todo esto me interpela, por todo mi recorrido, por mis colegas, por mi hijo, por los chicos. Tengo opiniones, pienso cosas. Así que este posteo va por ahí. Una vez más, hablaré de las escuelas. Y todas las veces que nombre a los docentes me incluiré ¿Cómo no hacerlo? _________________ Cuando escuché por primera vez la canción "Media Verónica" de Andrés Calamaro, quedé fascinada. La canción es hermosa, pero había en esa letra una frase, específicamente el uso de cierta adjetivación. "Media Verónica está rota" decía la canción y lo que me pegó fuerte fue esa palabra final: "rota". Una persona rota. Qué fuerte. Nunca antes ...
Los cuerpos y las palabras
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Hace varios días que pienso en los paralelismos que a veces se producen entre la ficción y el mundo real. Resulta que en el club de lectura empezamos a leer Cadáver exquisito, de Agustina Bazterrica. Se trata de una novela distópica que propone que, a partir de la aparición de un virus letal, todos los animales mueren o son sacrificados y los seres humanos comienzan a comer la carne de los cuerpos de otros seres humanos. Humanos pobres, extranjeros, sometidos. Espanto y asco. Y fascinación. Todo junto. Lo interesante de esta historia es seguir los razonamientos, las conclusiones y finalmente las decisiones de una sociedad que construye una estructura social, política y lingüística para justificar el horror. Sobre todo lingüística. Durante toda la novela, el narrador presta especial atención a las palabras que se utilizan, a las palabras que encubren, a las palabras no dichas. Para construir un universo donde el cuerpo del otro pueda ser bastarde...
Sting y la piba que fui
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Estoy sentada esperando que el recital empiece. Todavía falta un rato así que abro mi celular y empiezo a dar vuelta por las redes. Y ahí llega esa primera emoción. La foto de Charly, de mi Charly, junto a Sting. Qué pelotuda! Ya estoy lagrimeando! Menos mal que no me pinte los ojos. Así arranca esta fiesta. Bueno, en realidad empezó antes, mucho antes. Semanas, meses. Empezó el día en el que me enteré que iba a volver a tocar en Buenos Aires; cuando empecé a contar los días que faltaban para que se abriera la venta de entradas. Y siguió precisamente cuando entré al sitio de internet para comprar la entrada. Primero la espera, "usted es el número veinte en la fila, aguarde por favor", y después esa carrera contra reloj desesperada, la locura de precios desorbitantes y de localidades casi agotadas en minutos y un reloj que me avisaba que debía decidirme rápido porque sino perdería mi lugar en la fila. Ahí estaban los asientos disponibles; de pronto, en menos...