Fuentealba
Fue hace quince años. En Carcova. Docentes, familias y estudiantes de la escuela veníamos muy golpeados: Años de lucha, saqueo, robos y tomas de los papás pidiendo una escuela en condiciones. Después, el comienzo de una obra que parecía una burla hacia toda la comunidad y que finalmente se transformó en el eje del dolor y del maltrato, cuando un albañil abusó de una nena. Con nuestros distintivos "Dejen que salga la verdad" resistimos a cuanto funcionario se nos enfrentó. No íbamos a volver hasta que la escuela estuviese en condiciones, hasta tener respuestas. Así llegó el traslado provisorio a una escuela en San Andrés. Pasamos un mes sin clases. Los papás estaban muy nerviosos, enojados, dolidos. Sentían la injusticia de una sociedad que los olvidaba día a día. En medio de todo, cuando faltaban unos días para retomar las clases, ocurrió algo que para nosotros fue una representación de todo lo que estábamos enfrentando: el asesinato de un maestro, Carlos Fuentealba. En re