Es un buen tipo mi viejo

Ya estoy grande papi, ya estoy grande. Cuando vos tenías mi edad yo ya estaba en cuarto año, una adolescente hecha y derecha. Si habremos peleado en esos años. Nuestra comunicación era difícil, y por momentos, fue casi imposible. Cuando era chiquita, en cambio, no podía enfrentarte ni decirte nada. Te tenía miedo. Vos con esa voz cavernosa y esa mano pesada. Tengo presentes todas y cada una de tus palizas, y todavía cuando me acuerdo, duelen. Es la verdad. Son dolores que quedan por ahí en alguna parte del cuerpo y cuando el día se pone complicado, a veces vuelven a doler. En casa justificábamos todas esas violencias explicando, y explicándonos, que éramos muy apasionados, pero a la distancia empecé a entender la diferencia entre pasión y violencia. Ojalá hubieras podido abrazarme y decirme "te quiero" con toda la pasión. Pero en la adolescencia empecé a perderte el miedo, cosas que pasan cuando uno es joven, y aunque tu...