La máquina de fallar
Nacidos para fracasar La imagen resulta impactante. En medio de un salón que alguna vez fue blanco, un enorme brazo robótico se retuerce para un lado y para otro intentando juntar el líquido rojo que fluye permanentemente a su alrededor . La pala que está en su extremo sube, baja y arrastra el líquido hacia su centro, una y otra vez. P ero, por más que lo intente, no puede evitar que el líquido vuelva a desparramarse. Finalmente, todo es un completo desastre. L as paredes, los pisos y el brazo robótico están cada vez más manchados. Can't help myself. No puedo evitarlo. Así se llamó esta instalación abrumadora que funcionó entre 2016 y 2019 en el museo Solomon Guggenheim, en Manhattan, Nueva York. En un comienzo la máquina se movía con energía, saludaba a los visitantes que observaban tras los cristales y hasta se animaba a realizar unos movimientos de baile para los espectadores. Sin embargo, con el correr de los días, de los meses y de los años, su entusiasmo comenzó a