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En la campana de vidrio

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"Yo soy un hombre o quiero ser un verdadero hombre y no quiero ser, jamás, una mosca aplastada bajo la campana de vidrio."                                                                                     Raúl González Tuñón Recorriendo mis notas, me doy cuenta de que hay una constante en casi todo lo que escribo, un cierto tema que atraviesa mi escritura, que va y vuelve, que gira para un lado y para el otro, que se va un rato pero siempre regresa. Desde hace un año y pico, exactamente desde el regreso gradual a la vida antes de la pandemia, mis textos abundan en quejas, en reclamos y en lamentos por lo que no es. Y también en deseos, claro, siempre deseos de que el mundo sea otro. Estoy harta. Y no soy la única. En las escuelas se siente y se respira un hartazgo infinito. Este hartazgo que viene de años de bronca y de cansancio. Hartazgo de que todo siga igual o peor que antes de la pandemia. Volvimos como si nada hubiera ocurrido; volvimos a escuelas deterioradas, sucias

La escuela y los distintos II (Sigo enojada)

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Recuerdos con tinte gris A los cinco años empecé a ir a terapia.  Bueno, está bien, voy a decirlo de manera menos glamorosa: tenía cinco años cuando las maestras de jardín "aconsejaron" a mis padres, en varias e insistentes oportunidades, enviarme a una psicóloga. Las razones las supongo. Yo no me integraba a las actividades, o no lo hacía cómo se esperaba. Algo así. También recuerdo las dificultades que tenía para relacionarme. Jugaba sola, en mi mundo. El otro, el de afuera, me resultaba hostil.  Y yo creo, a la distancia, que tenía toda la razón. En los retazos de recuerdos que guardo de aquellos años predomina un tinte gris, lleno de manchitas por todas partes. Si alguna vez la pasé bien no lo recuerdo. En mi memoria sólo quedaron sensaciones desagradables. Me acuerdo, por ejemplo, cuando tuve que usar un parche en el ojo para corregir una desviación y mis compañeritos decidieron apodarme "La vieja vizcacha".  Hermoso.  Y si de pronto había había algún aroma des

La escuela, el teatro y yo (acerca de Chau Misterix, de Mauricio Kartun)

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Leer en la escuela En esta crisis que tengo últimamente  con el trabajo docente , y pandemia mediante, estoy pensando mucho cómo voy a trabajar este año en la escuela. Qué lecturas voy a proponer, de qué manera las voy a presentar, cómo las voy a plantear, qué actividades las van a acompañar. Todo eso anda dando vueltas en mi cabeza tan poco enero. La elección de los textos literarios es fundamental. El tema puede ser increíble, pero si lo que proponemos para leer no les gusta a los chicos, si no se enganchan, todo estará perdido. Son los críticos mas filosos. Los más despiadados. Es cierto que a veces logramos lo imposible. Leemos un poco en voz alta, contamos detalles interesantes sobre la vida del autor, comentamos algún fragmento del texto... y con suerte logramos que algunos estudiantes  se entusiasmen más. La mayoría de los textos literarios que damos en la escuela forman parte de un canon escolar, que a veces es visible y oficial, ya que forman parte de las sugerencias en l

Bocas tapadas

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En las aulas hace demasiado calor. Mis alumnos se quejan, están fastidiosos. Los barbijos les molestan. Les digo que los aguanten, que es el único protocolo que nos queda. El barbijo es odioso, no los deja respirar. Están molestos,  necesitan tomar agua a cada rato. Necesitan respirar cómodos. En un tire y afloje, cada dos por tres se los bajan y cuando los reto se los vuelven a subir.  Y entonces me doy cuenta. Los miro y de pronto me doy cuenta. No conozco a esos chicos, a esos chicos de cara descubierta. No los conozco. Son rasgos desconocidos que producen gestos extraños, ajenos, lejanos. Apenas reconozco sus ojos y el único registro que los distingue son sus sus voces, aunque el tapa bocas las distorsiona también. No conozco sus risas. En todo el año no los vi reírse ni una sola vez. Imagino sí, y recreo cada risa que se refleja en aquellos ojitos que se achican, en cierto brillo que ilumina sus pupilas, en el ruido de una carcajada que llega amortiguada por el tapa bocas.

Literatura en la escuela, y el problema de no enseñar a imaginar

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  "Profe, yo no me imagino nada".  Corrigiendo algunos trabajos de primer año de pronto me encuentro con esta respuesta que es una soberana trompada a mi entusiasmo docente.  Se trata de una  a ctividad sobre El Principito : "Contame cómo te imaginás el encuentro del Principito con el zorro" les propongo. Pero mi alumno no se imagina nada. Y no es el único. Mis alumnos están dispuestos a responder tediosos cuestionarios en los que deben explicar ambientación, tipo de narrador, tema, etc. Están dispuestos a contarme detalles argumentales para que yo pueda comprobar si leyeron, si no leyeron o si se copiaron. Están dispuestos a responder todo, copiando fragmentos del libro, contestando lo que esperamos, o simplemente improvisando respuestas absurdas. Pero les resulta incómodo, desconcertante y hasta imposible responder preguntas en las que se les pide que cuenten cómo imaginan lo que están leyendo, qué sintieron o qué pensaron ante una lectura. Por lo general e

11 de septiembre: la escuela que queremos.

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En este día quiero proponerles a todos que soñemos la escuela pública que queremos. Una escuela que de verdad sea para todas y todos. En estos tiempos quedó más que claro que la única importancia de la escuela pública, para todos los gobiernos, es "guardar" a los chicos para que sus familias puedan salir a trabajar y así el sistema funcione. La estructura de nuestras aulas es idéntica a la de hace cien años.  Me gustaría que alguna vez, quienes construyen las políticas educativas, le pregunten a docentes y estudiantes qué escuela quieren y necesitan. Supongo, tratando de evitar toda ingenuidad, que tenemos la escuela pública que este sistema requiere para funcionar. Mientras tanto yo les cuento la escuela pública que yo quiero: Me gustaría que en lugar de aulas por año existieran salones, unos de Ciencias, con laboratorios enormes; otros de Arte, con instrumentos musicales, con lienzos enormes y blancos, con acuarelas y temperas; otros de Tecnología, con lo más novedoso e int