Los desposeídos, de Úrsula Le Guin.
Durante la cuarentena dos queridas amigas me regalaron la novela Los desposeídos, de Úrsula Le Guin. Tiempo después me contaron, con cierta complicidad, que al saber que la historia giraba en torno a la creación de un mundo utópico, ideal, pensaron en mí. "Pensamos en vos", me dijeron, y yo estoy agradecida de que hayan hecho esa relación. Me gusta que mis amigas me sepan así, que me piensen como alguien que quiere y necesita que juntas cambiemos el mundo. Me gusta, incluso aunque entre en la categoría de la ilusa, la necia, la idealista. Otra cosa importante es que el regalo del libro coincidió también, y esto no deja de sorprenderme, con el momento exacto en que empecé a averiguar sobre la obra de Le Guin. Justamente en esos días había retirado de la biblioteca el mismo título. Y fue por esos días raros que empecé a leerla, y desde entonces hasta ahora estuve entrando y saliendo de esa historia. De a poco. Me costó leerla. Ya conté en otras oportunidades que desde hace año...