El maltratador
Hace mucho tiempo trabajé en una escuela privada, en la que, durante tres años, di el taller de periodismo radial y el taller de periodismo televisivo. El día que entré a la escuela por primera vez y tuve la entrevista, me recibieron con los brazos abiertos. Por un lado yo contaba con mi título de Periodista recibida en TEA; más los títulos de Profesora y Licenciada en Letras de la UBA, todo eso me otorgaba cierto prestigio y, sinceramente, me enorgullecía. Hasta ese momento yo había trabajado algunos años como profesora de lengua y literatura en escuelas públicas y además había realizado alguna breve experiencia en el mundo del periodismo. Pero esta era la primera vez que podía conjugar en una misma actividad mis dos pasiones: el periodismo y la docencia. Y sí, claro, estaba feliz. Unos días antes de empezar a trabajar me presentaron a mi colega, quién enseñaría a otro grupo la parte técnica: cámaras, consola, etc. Ambos, me explicaron, cada uno en su espacio, debíamos ser una suerte