Toda cana es política
Si me pongo a pensar, no sé cuál fue el momento exacto en el que decidí dejar que mis canas crezcan libres sobre mi cabeza. No recuerdo un día en particular. Sé que empezó con la cuarentena del 2020. No quería salir a ninguna parte, me había tomado el encierro muy en serio, y si hasta entonces la peluquería nunca había sido prioridad en mi vida, mucho menos lo sería en plena pandemia. Después se sumó cierta austeridad que me dejó como aprendizaje todo lo vivido en cuarentena. Y casi al mismo tiempo, en forma continua y superpuesta, descubrí que éramos muchas las "señoras" que decidimos no seguir maquillando nuestras cabelleras. Sitios de Instagram, fotos de actrices famosas y movidas feministas le dieron un poco de contenido a todo esto. Así que los meses pasaban y las canas empezaron a asomar y a avanzar. Al principio las observé con cierto resquemor, con dudas. La que iba apareciendo en el espejo era yo y no era, no era la imagen que construí durante décadas. Era una ...