Diez años de esta nueva historia

Crecí en otra época, en otro siglo, en otro mundo. Un mundo en el que la educación patriarcal por momentos quedaba enredada en ciertos atisbos de otras perspectivas más interesantes. Desde muy pequeña aprendí a jugar a la mamá con mis muñecas pero también me inventé, con un pedazo de vidrio, unas pinzas y otras chucherías, un laboratorio secreto, justo detrás de la puerta de mi habitación, y allí jugué a que era una gran científica. A los diez años decidí que iba a estudiar letras y periodismo pero a la vez vivía enamorándome de chicos que me trataban mal y con los que imaginaba casarme y tener muchos hijos. Me crié en un hogar en el que la violencia verbal de mi papá era cotidiana y justificada y al mismo tiempo fue mi papá quien me enseñó a amar los libros, las preguntas, las ganas de aprender y tantas otras maravillosas. Nunca fui muy femenina, es cierto, ni demasiado coqueta, pero siempre imaginé que un día un bello varón descubriría a...