Parte del arte
"Ayúdame a mirar" había dicho el niño, en aquel cuento de Galeano, ante la inmensidad del mar. Esa frase me vino a la mente cuando entré con Juan a "Imagine", la muestra inmersiva de Van Gogh en la Rural. En cuanto atravesamos la entrada, la melodía de los violines nos envolvió y de pronto las imágenes estallaron por todas partes. Un sacudón en todo el cuerpo, piel erizada. Ahí estaban los girasoles, aquí, allá, inmensos. Y también las ramas delgadas de los almendros con sus flores y por supuesto los lirios. Otro sacudón. Los ojos se humedecen. Todo es emoción. La música nos envuelve. Con Juan empezamos a caminar. Hay gente charlando, gente sentada, acostada. Nos sentamos por ahí y dejamos que los colores y las imágenes nos sorprendan. Ahora es de noche, por todas partes es de noche. Noche estrellada. Amo ese cuadro. Sé que no soy original, pero por qué debería serlo? La noche estrellada siempre me produjo una increíble fascinación. Mi vista se pierde ávida entre l