Reconstrucción de patria
"Quizá mi única noción de patria
sea esta urgencia de decir Nosotros
quizá mi única noción de patria
sea este regreso al propio desconcierto."
M. Benedetti
Unos días antes me había encarado: "¿Por qué es importante prometer la bandera?".
Le dije que la bandera representaba a la patria, que en esa acción uno prometía lealtad a su tierra.
Después le hablé de Belgrano, de la lucha por la independencia y de la necesidad de tener un estandarte propio que representara a los revolucionarios, inspirado en aquel distintivo que fue la escarapela.
Yo no sé si se quedó muy conforme, pero ese día gritó: "¡Sí prometo!" y yo lloré. Y estoy segura que a mi alrededor los otros familiares también lloraron.
Pensando en eso, en mi emoción, y ahora que también quedó atrás el día de la Patria, el 9 de julio, empiezo a recomponer algunas ideas que andan dando vueltas en mi mente.
¿Qué es la patria?
Entonces me viene el recuerdo del día que juré mi título. Lo juré por la patria y me emocioné fuerte.
Me emocioné pese a todos los conflictos internos que me produce esto de "la patria". Y es que a lo largo de mi vida tuve largas discusiones, algunas intensas y acaloradas, sobre este tema de la patria. Es que sabemos que en nombre de los patria se han cometido terribles injusticias y grandes atrocidades.
Pero igual el día de la promesa me emocioné, porque en mi cabeza rondan otras ideas y sentimientos.
¿Será que la patria puede ser otra, o varias?
Sinceramente yo no me acuerdo de haber prometido la bandera a la edad de mi hijo. Eran años peligrosos y en la escuela nuestras mentes eran formateadas sobre conceptos de patria horrorosos.
A la patria se la ama, carajo, y se la respeta, no hablés cuando cantamos el himno, sacate las manos de los bolsillos, ponete bien la escarapela, cantá el himno sin moverte... ah! y si es necesario vas a ir a la guerra a morir por la patria.
Para los militares, tan patriotas, la patria estaba en peligro porque unos locos subversivos estaban atentando contra ella, así que en nombre de tantísimo amor, mataron, violaron, robabaron.
No quiero esa patria. Esa patria no es mía.
Hoy mismo, todas esas personas que salen a las calles, con sus banderas celestes y blancas en alto, pidiendo exclusión para los que no son como ellos, ellos tienen su patria que no se parece a la que yo siento.
No quiero esa patria. Esa patria no es mía.
¿Pero entonces qué quiero? ¿Cuál es la patria que quiero?
¿Y cuál es hoy la patria, por ejemplo, de esos pueblos que habitaban estos suelos, esos pueblos con sus costumbres y su idioma, esos pueblos que un día quedaron atrapados entre límites absurdos, cercenados, separados unos de otros?
Entonces me viene el recuerdo del día que juré mi título. Lo juré por la patria y me emocioné fuerte.
Me emocioné pese a todos los conflictos internos que me produce esto de "la patria". Y es que a lo largo de mi vida tuve largas discusiones, algunas intensas y acaloradas, sobre este tema de la patria. Es que sabemos que en nombre de los patria se han cometido terribles injusticias y grandes atrocidades.
Pero igual el día de la promesa me emocioné, porque en mi cabeza rondan otras ideas y sentimientos.
¿Será que la patria puede ser otra, o varias?
Sinceramente yo no me acuerdo de haber prometido la bandera a la edad de mi hijo. Eran años peligrosos y en la escuela nuestras mentes eran formateadas sobre conceptos de patria horrorosos.
A la patria se la ama, carajo, y se la respeta, no hablés cuando cantamos el himno, sacate las manos de los bolsillos, ponete bien la escarapela, cantá el himno sin moverte... ah! y si es necesario vas a ir a la guerra a morir por la patria.
Para los militares, tan patriotas, la patria estaba en peligro porque unos locos subversivos estaban atentando contra ella, así que en nombre de tantísimo amor, mataron, violaron, robabaron.
No quiero esa patria. Esa patria no es mía.
Hoy mismo, todas esas personas que salen a las calles, con sus banderas celestes y blancas en alto, pidiendo exclusión para los que no son como ellos, ellos tienen su patria que no se parece a la que yo siento.
No quiero esa patria. Esa patria no es mía.
¿Pero entonces qué quiero? ¿Cuál es la patria que quiero?
¿Y cuál es hoy la patria, por ejemplo, de esos pueblos que habitaban estos suelos, esos pueblos con sus costumbres y su idioma, esos pueblos que un día quedaron atrapados entre límites absurdos, cercenados, separados unos de otros?
Tampoco es mi patria, pero sin dudas me gusta más.
"Imagina que no hay países/ No es difícil/ Nada por que matar o morir" decía Jhonn Lennon. Digo que sí, que lo imagino, porque es un sueño hermoso y soy bastante amiga de los sueños hermosos.
Pero me parece que hay una patria que traspasa los límites impuestos, una patria que está oculta en nosotros, una patria que no es sacrificio sino identidad.
La patria a la que canta Mercedes Sosa en esa maravilla de Tejada Gómez que es "Canción con todos". Y nombra a Chile, y a Perú y a Bolivia. Hay en esa poesía una idea de patria que abrazo.
Quién soy, de dónde vengo, dónde aprendí esto, qué tradición recupero y recreo cada vez que repito un ritual, una comida, una frase, de quiénes aprendí, quiénes estuvieron antes que yo.
Mi patria.
Mi patria son las personas que amo, la gente con la que empatizo, son aquellos a los que valoro, mi patria es la memoria de quienes fueron asesinados por defender sus ideales, esos ideales que también hoy son mi patria. Mi patria es aquel lugar bello donde una vez quise quedarme, mi patria es mi barrio y el barrio de mi infancia, pero también es el pueblo donde nació mi mamá y son los lugares por donde anduvo mi viejo; y una parte de mi patria, por qué no, está también del otro lado del charco, en otro continente, donde alguna vez, mis cuatro abuelos vivieron sus infancias y un día tuvieron que dejar todo para construir una parte de su patria en este suelo desconocido para ellos. Mi patria es, también, aquella que imagino y sueño y deseo para todos nosotros.
Ahora sí, esta es la patria, o quizás la matria que tengo, la que nos abraza y nos recibe amorosanente, la que nos alimenta y nos enseña, la que le ofrezco a mi hijo cada día, la que él prometió defender con su amor, con su memoria y con su sensibilidad.
La que me emociona.
Esta sí, es mi matria.
Esta sí, es mi matria.
Me gusta esa idea de Patria que se sacude toda tradición -incluso dentro de su propio nombre- no se si será posible. Me gusta como territorio construido desde la tensión permanente, desde la disidencia. Desde tratar de ser lx otrx. Me gusta como ejercicio de pensamiento colectivo y en pugna.
ResponderBorrarCreo que no me gusta cuando se parece a verdades modernas intocables, eternos (como los laureles). Porque seguimos aprendiendo que siempre hay un otro que no entra en esas verdades modernas. Si multiplicar es la tarea, se trata de multiplicar el espacio dentro para que nadie quede afuera.
❤❤❤
BorrarLa matria,la matriz 😍
ResponderBorrar❤❤❤
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