Una historia de amor en tiempos de pandemia


En estos días tan difíciles que estamos atravesando esta 
es una historia de amor simple y cotidiana.

Es la historia de un amor que le ganó al tiempo y a los miedos, a la rutina y al cansancio.

Cuenta esta historia de dos jóvenes que un día se conocieron y se enamoraron.

Y este amor fue tan grande que decidieron compartir la vida, un hogar, sueños y batallas.

Cierta vez, narra la historia, él se fue de viaje y para que la tuviera presente, ella le regaló un libro con una dedicatoria muy bella.

En fin, esta historia siguió durante largas décadas por extensos vericuetos.

El tiempo pasó y pasó. 

A veces ella le preguntaba:

- ¿Me vas a querer cuando sea viejita?

- No ves que te estoy queriendo- contestaba él y ambos reían.

Pero, cuenta la historia que un día, después de vivir muchísima vida juntos, partió él hacia la eternidad de la muerte.

Los que conocen la historia dicen que ella lo lloró mucho, con esa tristeza dulce y serena que queda después de haber disfrutado cada minuto juntos.

Según dicen, ella continuó la vida y se quedó con los recuerdos, que para eso están, para contarnos quiénes somos y cuál es nuestro camino vivido.

Viajes, complicidades, anécdotas, cada recuerdo fue un tesoro.

Y entre los recuerdos atesorados en su memoria, estaba aquel libro. El primer libro que un día, cuando aún eran novios, ella le había regalado con una dedicatoria llena de amor. 
Buscó el libro por todos lados pero no apareció.

Los días siguieron pasando.

Cierta vez, ordenando un armario, se encontró con la billetera de él. La tomó en sus manos y la observó. Los objetos se ven diferentes cuando pierden a su dueño. Y cuando la abrió, algo le llamó la atención, algo muy pequeño: en un bolsillo de la billetera, doblada varias veces, había  una hoja vieja y amarillenta.

La extendió sobre la mesa y mientras la alisaba con la palma de su mano la reconoció.

Un momento de su historia, un tiempo, una emocion. 
Esa hoja escrita a mano, era la página del libro con la dedicatoria, la primera página que ella alguna vez había escrito con palabras para que él no la olvidará.

Y él no la olvidó. Nunca.

Durante todos esos años, sin que ella lo supiera, él la había llevado a todas partes. Como el más poderoso de los hechizos, esa declaración de amor lo había acompañado por décadas, en cada situación cotidiana, en cada decisión, en cada momento.

Los que entienden de estas cosas dicen que así son las verdaderas historias de amor, tan simples y tan poderosas que hasta la muerte las respeta.



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