A gut ior



Fue en los noventa. Se acercaban las fiestas de año nuevo, Rosh Hashaná primero y después Iom Kipur. 

En ese entonces yo había empezado a trabajar en un instituto preparando alumnos. Me pagaban mal y obviamente no estaba registrada. Eso significaba que si faltaba no cobraba ese día. Además, en casa no había un mango y seguramente no habría festejo. 

Así que, sin más vueltas, decidí saltearme la tradición familiar e ir a trabajar ese día.

_ ¿Cómo que vas a ir a trabajar?

Mi viejo. 

En los últimos años mi viejo estaba cada vez más huraño y silencioso, más aislado de todo y de todos, cada vez más desconectado.
Pero eso sí, cuando se le metía algo en la cabeza se transformaba. Taurino el gordo, cabezón y peleador.

_ ¿Cómo que vas a ir a trabajar? _me preguntó esa noche, y yo pensé "Soné!".

Le expliqué que no era un tema de convicción sino de necesidad.

_ No podés ir a trabajar _ fue la sentencia.

No había explicación que valga. Se sentó enfrente de mí y empezó a hablar. Las dos bobes, los zeides, sus historias, el barco, la pobreza, las costumbres. Además, estaba la historia, la de aquellos judíos marranos que escaparon de España y que se reunían en secreto para poder festejar.

Todo eso importaba y me lo explicó y me lo explicó y me lo volvió a explicar durante un buen rato.

No me acuerdo, sinceramente, si entendí sus argumentos, pero aflojé. Al otro día llamé al Instituto y avisé que no iba.

No volví a trabajar nunca más un año nuevo judío ni un Iom Kipur ni un Pesaj. 

Me llevó años entender lo que mi papá decía. Qué festejo, cómo lo festejo y especialmente con quienes decido festejar (quizá no físicamente pero con el corazón cerquita) es la enseñanza que me dejaron los que estuvieron antes que yo, los que me enseñaron qué mundo necesitamos para vivir en paz.
Es la enseñanza que quiero dejar a mi hijo.
Somos el camino que construimos.

Por mi viejo, por sus grandes sueños, por mis bobes y mis zeides, por los que no están y se extrañan, por los que estamos y nos queremos.

Por el mundo que quiero imaginar...

A guit iur!!!









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