Hojas de diario uno: conexiones secretas

Escribir.                              
Escribir para mí
Escribir para otras personas.
Escribir para las otras que seré algún día.

Escriban.

Cada vez que puedo les recomiendo a mis alumnos y también a mi hijo.

Escribí. Escribite. Un día te lo vas a agradecer. Un día vas a encontrar esos textos y ahí vas a estar vos, el que eras entonces. Te vas a encontrar entre esas páginas. 

Lo olvidado, lo perdido. Todo va a estar ahí.

Si no fuera por las palabras ¿dónde quedarían las historias, nuestras historias?

En las hojas de varios cuadernos Gloria, entre los diez y los trece años escribí un diario personal. En ese diario, al que llamé cariñosamente "Paginitas Preciosas", registré pensamientos, opiniones, conversaciones. Con una letra desprolija y repleta de faltas de ortografía, escribí para mí, para la que fui, y aunque no lo supe entonces, escribí también para la que soy hoy.

Durante ese período de mi vida, mi diario fue algo así como mi mejor amiga y a ella le entregué todas mis confidencias. El chico que me gustaba, la realidad política, mis decepciones, mis planes. Todo está ahí, en el reencuentro con ese registro infantil que no es reconstruido, no es artificial, no es inventado. Es auténtico, casi casi como si pudiera viajar en el tiempo.

A veces, cada tanto, leo algunos fragmentos de mi diario y me sorprendo de lo que cambié, de lo distinta que soy hoy, y entonces me sonrío de la que fui, me peleó con ella o le discuto, y hasta me rió de algunas de sus ideas locas. 

Pero otras veces me maravillo descubriendo conexiones secretas, invisibles, entre ayer y hoy. Porque es ahí cuando descubro que no somos tan distintas, no cambiamos tanto.

Como cuando pude cumplir el sueño de mudarme a mi propio departamento de soltera. Esa primera noche me senté en el sillón que alguna vez fue de mis abuelos y se me ocurrió abrir una de las cajas que me rodeaban. Ahí estaban los cuadernos Gloria en los que de chica escribí mi diario. Abrí uno al azar y me encontré de pronto mirando un dibujo en fibra. Era un plano torpemente dibujado. Seguí leyendo y a continuación explicaba que era el plano del departamento en el que ese día había estado de visita, y según contaba, me había parecido muy hermoso. Y entonces mi sorpresa, porque ese era el plano del mismo departamento en el que ahora, veinte años después, estaba sentada, mirando en mi diario de infancia el plano de mi departamento actual. Tan fantástico todo que el mismo Cortázar lo hubiera disfrutado.

Sí. Hay pequeñas conexiones invisibles que se sostienen en el tiempo.

En el caso del texto que a continuación comparto, quiero aclarar que sólo corregí la ortografía y la puntuación, pero mantuve el texto tal como está en el original. Son sus palabras, son mis palabras.

Por otra parte, descubrí que hay decisiones, elecciones, deseos, que no recordaba y sin embargo estuvieron siempre, marcando un rumbo. 

Otra vez las conexiones.

Ella, la de once años, y yo, con mis cincuenta y uno, nos entendemos bien.


25/3/83

Mi querida Paginitas:

Hoy en el colegio estuve conversando con Chavez. Me contó que ella quiere ser modelo y diseñadora de ropa. Yo le dije que no va a poder tener hijos y ser ama de casa y me dijo que va a tener sirvientes pero a los hijos los va a criar ella y el marido.

Yo, por mi parte le dije que voy a estudiar magisterio y trabajar con eso y aparte voy a ser escritora. Chavez dice que me va a ser difícil. No lo creo. Más que modelo y diseñadora de ropa no es.

Yo si hago mi primer libro le pido a mi tía que es muy amiga de escritores y se vincula en todo eso que me lo haga el prólogo algún escritor bueno y que me guste. Y aparte voy a vender una edición y lo van a sacar a la calle. Aparte mi papá es muy inteligente y me prometió ayudarme. Y Cristina, la directora del Kinder, me dijo que cuando sea grandecita, si quiero ella me va a llevar a conocer distintos talleres literarios a ver cuáles me gustan. 

Y aparte yo voy a seguir Filosofía y Letras y voy a tratar de meterme en un ambiente de escritores (que mi tía de eso sabe mucho).

Pd: si cuando vendo el libro no me lo aceptan voy a insistir y sino voy a pedirle a mi tía que me haga palanca (que me consiga donde ponerlo) porque a veces es un libro muy bueno y los editores no lo aceptan porque recién empezás o no sos conocido.

_ Ya ves Chavez, voy a tener posibilidades y voy a ser lo que quiero ser.

Voy a trabajar de maestra que también me gusta, y como mi hermana está en el colegio normal yo puedo entrar hasta con 40 puntos y además voy ser ama de casa.

En el libro de los derechos humanos dice que una mujer es para trabajar y ser ama de casa.

Estoy de acuerdo.


Me gustaría mucho saber cuál es ese libro de los Derechos Humanos. En fin. Esta mujer de hoy, que trabaja y es ama de casa, lee a la niña que vive en estas páginas, lee y sonríe cómplice...


Si te gustó leer, por favor compartilo!!!


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