Feliz Año

Llega la época del balance y este fin de año me encuentra en un estado emocional muy pero muy intenso.

En el 2022 nada fue como otras veces. No cumplí ni con la mitad de las metas que me propuse pero el cansancio que sentí fue más del doble.

Año difícil.

Ya lo dije, estoy muy cansada, y supongo que no soy la única. Volver no fue fácil y adaptarse otra vez a la máquina tiene su costo.

Resistirse también.

Resistirse también cansa.

Así estamos.

A veces me pregunto cómo sería mi vida si me dejara llevar por los acontecimientos sin intentar nada. Dejarme llevar. Sería como flotar en el agua.

A veces lo hago y es bueno. Otras veces solo puedo nadar contra contra la corriente, y realmente es en esos momentos que siento que todo tiene sentido.

¿Sabés por qué? Porque jamás nado sola. Siempre hay otras, otros. Siempre hay brazos que empujan hacia adelante.

Pero cansa.

Y este fin de año me encuentra increíblemente cansada.

No quería volver.

A la escuela, no quería volver.

Se me volvió un lugar ajeno, ya no es mío.

Y ya no sé si quiero seguir nadando contra la corriente.

El problema, el grave problema, es que ya no creo.

No hablo del sistema, del que siempre descreí.

Hablo de las grietas, de las fisuras. Esos espacios en los que alguna vez creí que podíamos introducir cambios, nuevas oportunidades.

No están. No los encuentro.

Las grietas se cierran.

Así de triste. Pero no tanto.

Nunca tanto como para no seguir buscando.

Ya lo sé. Siempre buscaremos.

Porque más allá o más acá de las decepciones y de los dolores, entre nosotros, mi pequeño secreto, mi gran fortaleza, es que, básicamente, soy una persona feliz.

Tontamente feliz.

Cuestionablemente feliz.

Intensamente feliz.

Absurdamente feliz.

Siempre hay razones por ahí.

Amores, pasiones.

Dicen los que saben que hay que aprender a soltar aquello que nos retiene, que nos inmoviliza. Yo creo que también es imprescindible aprender a retener, a atrapar todo eso que nos impulsa a seguir andando.

¿Cómo decir todo esto sin ser cursi?

Mi hijo intentando cumplir sus deseos, obstinado.

Una flor muy hermosa que se abrió hoy en mi pequeño jardín.

Y este día precioso de sol.

Aunque claro, si no hubiera sol, si hubiera tormenta, seguramente sería una bella tormenta.

Las tormentas se parecen mucho a esta época del año. Siempre me producen la sensación de que algo importante está por suceder.

Mi mamá se fascinaba con las tormentas. Cuando la lluvia y el viento se desataban, nos pedía que la lleváramos a algún lugar donde pudiese verla. A Juan también le gustan las tormentas.

Pero hoy es un día precioso de sol.

No es eso lo importante. Con sol o con lluvia, siempre algo está por suceder.

Así me siento últimamente. Con la sensación de que de un momento a otro, algo importante va a pasar.

Algo, no sé qué.

Quizás sea porque estoy empezando a pensar en las despedidas. Estoy en la víspera de la víspera, dentro de muy poco empieza lo que seguramente será el último año de muchas cosas. 

Falta claro, pero además soy ansiosa, así que tengo todo un año para despedirme de todo, de lo bueno y malo. Un año para empezar a proyectar nuevas posibilidades.

Soy una mujer grande y sé lo que quiero. La pandemia nos cubrió como una inmensa ola y al retirarse no solo dejó a la intemperie las estructuras enclenques de este mundo sino que también me puso frente al espejo. Acá estoy, con mis canas, mis arrugas, esta pancita que no puedo bajar, y algunas señales ineludibles de que el mundo, el mío, está cambiando.

No me gusta pero así es, es inevitable.

Y para sostenerme en ese cambio me aferro a lo que tengo, a lo que soy, a lo que quiero. Tengo proyectos, deseos. Y tengo amores, muchos.

Creo que nunca tuve más lucidez de la que hoy tengo para saber que todo lo malo es malo y que igual, la vida vale la pena.

De a ratos siento culpa. Como dice Silvio "Soy feliz, y quiero que me perdonen en este día, por mi felicidad".

Soy feliz.

Y no puedo evitarlo.


Felicidades para todos, y que siempre haya metas por cumplir y amores que nos acompañen!!!


Comentarios

  1. Y SI ALGUNA VEZ ,NO FUESEMOS FELICES.....SIEMPRE DESEO QUE LA VIDA,NOS ENCUENTRE INTENTANDO SERLO.......HERMOSO,CLAU!!

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    1. Es que yo creo que en ese intento estamos construyendo nuestra pequeña o gran felicidad, que no es un estado de ánimo sino la estructura que nos sostiene cada día. Abrazo!

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