Lucio
Creo que el asesinato de un niño es uno de los dolores más tremendos que podemos sentir. Si además sabemos lo que sufrió antes de ser asesinado el dolor es inconmensurable.
Ese es el sentimiento de todos los que defendemos la vida. No hay otro sentimiento, no hay contradicciones.
Duele y da mucha bronca.
Los niños no deberían nunca jamás vivir situaciones de violencia y mucho menos morir en manos de quienes deberían protegerlos.
Eso pensamos quienes defendemos la vida.
Desde que empezó el juicio a las asesinas de Lucio, se activó una vez más en las redes la catarata de odio, queriendo instalar un discurso en contra de las diversidades y del feminismo.
Aclaremos algunas cuestiones:
* Desde las organizaciones feministas siempre se plantea proteger a las infancias. Una de esas formas es reclamar por la implementación de la Esi en todas las instituciones escolares, precisamente para proteger a las infancias de cualquier tipo de vulnerabilidad y para detectar las situaciones de abuso o violencia.
* Cuando la justicia entrega la tenencia de un menor a su madre sin ahondar demasiado, no significa que esté a favor de la mujeres, significa que es una justicia patriarcal, machista, que supone sin cuestionar, que la única capacitada para cuidar "naturalmente", es la mamá.
Pretenden imponer el discurso de que la justicia apoya a las organizaciones feministas y a las disidencias negando lo que ocurre en realidad: la cantidad de mujeres que reclaman sin ser escuchadas por el abandono económico y afectivo de los progenitores de sus hijos, la cantidad de mujeres que son asesinadas porque nadie hizo caso a las denuncias permanentes, la cantidad de mujeres y disidencias que sufren discriminación por parte de la justicia.
* La pretensión de estos odiadores es representar en las dos asesinas de Lucio a todas las mujeres feministas, a todas las mujeres pro aborto, a todas las mujeres lesbianas. Pero no hay estadísticas que las respalden. No se trata de hechos reiterados. Porque, ya lo sabemos, si una persona con determinada nacionalidad, religión, color de piel, ideología, etc. comete una atrocidad, no podemos inferir que todas las personas con la misma característica harán lo mismo.
Eso es discriminar, manipular los hechos para que sirvan a su discurso de odio.
Sin embargo, sí hay estadísticas claras de mujeres asesinadas por hombres. Una mujer es asesinada por un varón cada treinta y cinco horas y los casos de violencias machistas se multiplican. Pero ahí, con los números en la cara, nos dicen a nosotras que no generalicemos.
Finalmente, están los que preguntan a dónde están las feministas, por qué no hacen nada. Es interesante, es una suerte de lógica ilógica, porque para cuestionar la lucha de estas organizaciones primero reconocen su capacidad de luchar.
Las organizaciones feministas no son el sistema, ni el poder, luchan contra el sistema, contra el poder.
Las organizaciones feministas abarcan lo que pueden abarcar, que no es todo.
Las organizaciones feministas son personas que decidieron juntarse para construir en grupo.
Las personas que desde las redes cuestionan la lucha de las organizaciones feministas por el supuesto silencio ante hechos de violencia son simplemente personas cuestionando desde las redes, nada más. No participan, no se organizan, no construyen.
Por Lucio y para que todas las infancias crezcan sanas y en libertad, no nos quedemos quietos nunca. Sigamos reclamando justicia.
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