Los genios se van

 Es casi inaceptable, pero así de golpe, un día, se va uno, después otro, y así.

Uno a uno.

Claro, me dirán, como todo el mundo. Todos nos vamos en algún momento.

Los hijos de puta también se van. Los indiferentes. Las grandes promesas. Todos nos vamos. Sí, es cierto.

Y los genios también se van.

Sin embargo sucede algo maravilloso cada vez que un genio, un maestro, un artista deja este mundo. Algo especial que trasciende la vida y que relativiza la muerte, que coloca en un espacio atemporal sus almas hermosas.

Sucede la obra de arte, sucede la creación. 

Allá seguirá escapando la Cándida Eréndida de su abuela desalmada, mientras Remedios la Bella vuela entre sábanas y deseos. El patriarca seguirá oscuro su destino en tanto que Fermina y Florentino continuarán yendo de aquí para allá con su amor de altamar. El coronel esperará siempre una carta y la muerte anunciada, por más que leamos una y mil veces, nunca podrá evitarse.

Así es el arte, por suerte para nosotros.

Pensar en Gabo y sentir orgullo del ser humano...




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