En defensa de la escuela pública (lo demás es chamuyo)

¿Cuánto hace que la educación pública está mal? ¿Cuándo fue que estuvo bien? ¿Alguna vez estuvo bien o será el mito de que "todo tiempo pasado fue mejor"?

Quiero decir ¿Cuánto hace que sabemos que todo funciona mal? ¿Años? ¿Décadas?

Hubo un tiempo de inocencia en el que creí que el sistema fallaba, hubo un tiempo de pura ingenuidad idealista en el que creía que lo que andaba mal era porque se cometían errores.

Ya no me puedo permitir más el lujo de la inocencia. Tengo casi cincuenta y dos y no puedo ser tan boluda. No quiero. Además, tengo un hijo que transita la escuela pública. Sobre todo por él,  la inocencia es un bien que no pienso despilfarrar.

Soy una trabajadora que vive con el mango al día. Quizás podría llenarme de horas, los tres turnos, y pagar una escuela privada, buscar la cuota más baja o el sistema privado más progre.

Podría.

Pero yo elijo, que quede claro, yo elijo la escuela pública. Como tantos otros, nos quedamos y peleamos.

Sigo creyendo que la escuela pública es el único espacio de construcción diversa, plural, cooperativa.

La escuela pública es de todos sus integrantes.

A la escuela pública van todos, sin distinción.

Espacio compartido para todos y de todos.

Lo demás es chamuyo.

Lo demás es hipocresía.

Los que hoy paramos somos los que transitamos la escuela pública todos los días. Transitamos por sus aulas, sus patios, sus pasillos.

Por eso paramos.

Porque falta la puerta, porque los baños están rotos, porque el techo se cae, por la falta de estufas, por las ventanas sin vidrios; y también porque la estructura del aula atrasa, y porque deberíamos tener buenos salarios para no correr de una escuela a otra.

Porque la escuela pública está mal y nos jode. 

Como familiares de los chicos que van a escuelas públicas nos jode.

Como docentes atados a una educación vetusta, en edificios detonados, también nos jode.

Como laburantes nos jode.

Como dije al principio, la inocencia es un lujo que no puedo darme.

Que la escuela esté como está, después de décadas de promesas falsas, que los edificios estén cada vez peor, que ningún gobierno se plantee la construcción de nuevas formas de educar, que lo que está mal siga mal, no es un error de ningún gobierno. Es una decisión política. 

Los hijos de los gobernantes no van a escuelas públicas. 

Los hijos de los empresarios no van a escuelas públicas. 

A la escuela pública van los hijos de los trabajadores y los hijos de los desempleados.

Este es el lugar para ellos.

No hay error, no hay fallas.

Hay un modelo educativo y es este, el que le sirve al sistema.

Lo demás es chamuyo.

Por eso no quieren que paremos. 

Por eso embarraron la cancha.

Por eso amedrentan.

No quieren que expongamos las miserias.

No quieren la verdad.

En esto no hay grieta.

Queremos una escuela pública de calidad, con la mejor infraestructura, con docentes bien pagos, con tecnología.

Por eso paramos.

Lo demás es chamuyo.







Comentarios

  1. Hola Clau! Gracias por tus palabras. Cierto Y triste. Es una realidad dese hace mucho tiempo. Lo que a mi siempre me hizo ruido fue porque gran parte de maestras y directivos mandan a sus hijos a escuelas privadas. Y ellas trabajan en escuelas públicas. No cree en el sistema público. Porque saben lo que pasa. Y me acuerdo siempre tu convicción con tu hijo de mandarlo a lo público, nuestras conversaciones en la puerta del jardín en salas de 3 años, hace ya 9 años. A veces me sentido mal de hablar con familiares y me decían: ¡por qué no lo cambias, en las privadas no hacen paro! Es mejor. Las docentes hacen doble turno, viven afuera de casa todo el tiempo trabajando para poder pagar esa escuela privada de excelencia! Los niños necesitan de nuestra presencia.
    Los sueldos no alcanzan!!! Entiendo también que muchos docentes hace años que tienen que hacer de psicólogo de los chicos, porque en casa los padres viven trabajando para poder llegar a fin de mes. Es una bola de nunca acabar.

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    1. Me acuerdo también de esas conversaciones. Creo igual que vos que es una tremenda contradicción la de muchos y muchas colegas. En lo personal, no imagino otro lugar para mi hijo, no me gustaría otro lugar que la escuela pública. Cuando los docentes de la escuela paran, mi hijo sabe que están defendiendo sus derechos y eso también es aprender. Abrazo enorme!

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  2. Y la falta de personal docente? Los casos de violencia? Los niños sin acompañante? Así no se puede trabajar. Y nos dan capacitaciones que no contemplan la realidad del aula.

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    1. Todo lo que decís es nuestra realidad cotidiana y las capacitaciones son una burla.

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  3. Como pude perderme ta ntos escritos tuyos!+!!!!!!
    Muy buenos

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