Los indignados



En estos últimos tiempos aparecen más seguido, por todos lados, especialmente en las redes.

El anonimato y la muchedumbre los envalentona.

Se burlan, se enojan.

Se indignan. Siempre se indignan, en todas partes, especialmente en las redes. Allí dan clases de honestidad y se reivindican como ejemplo a seguir.

Se autodesignan como "Los" laburantes, no como todos los otros que son "lacras", "planeros", "vagos", "mamarrachos", entre otros insultos potentes.

Meritócratas de pura cepa, dicen a quien los quiera escuchar, o leer, que todo lo que tienen se lo ganaron con el esfuerzo propio. 

En cambio... los demás... los planeros, todos vividores.

"Se les va a acabar" dicen.

Porque también amenazan. 

Suelen meterse en los perfiles de  organizaciones o de personas de izquierda, feministas, progresistas y se despachan con insultos, amenazas y burlas de todo calibre.

Aunque no creen en las causas ajenas, siempre tienen algo para reprochar: ¿Por qué no se ocuparon de esto? ¿Por qué no dicen nada de aquello?

Y aunque andan por ahí dando lecciones al resto, la verdad es que en el mundo real esta gente nunca participa en nada. Ni en la cooperadora de la escuela de sus hijos, ni en la biblioteca del barrio, ni el sindicato. En nada.

No tienen tiempo, dicen, ellos laburan de verdad. 

Su odio es de clase. No importa si son de clase media o baja. El espejo en el que se miran es el de los ricos. La vida para ellos es una escalera ascendente, siempre que se esfuercen. Y ellos, claro, se esfuerzan.

Pero si se caen de la escalera siempre habrá algún pobre a quien culpar. Nunca cuestionarán a los ricos y poderosos porque, ya lo dijimos, ese es el ejemplo a alcanzar. 

Detestan al peronismo, al peronista, al kuca, al pobre.
Odian a "la yegua", "la chorra", "Kretina", pero no tienen un solo apodo, un solo insulto para el ex presidente que más deuda contrajo con el FMI. Y cuando les preguntás por su gestión dicen que la política no les interesa. 

También odian a los zurdos, a los comunistas.
Son todos chupasangres y viven del estado.

Todos viven a costa de su plata. Todos mantenidos con su dinero. 

Con su plata el estado mantiene actores vagos, científicos vagos, docentes vagos, empleados vagos. 

Vagos, lacras, basuras.

Detestan que los pobres reciban subsidios del estado, pero no les molesta que las escuelas privadas los reciban también. 

Tampoco piensan en renunciar a los subsidios en los servicios.

Lo que de verdad les resulta indignante es que  los pobres reciban ayuda sin haberse esforzado, aunque no les preocupa si los ricos obtienen beneficios sin mover un pelo.

Para ellos el problema no es la falta de esfuerzo del que tiene sino la falta de esfuerzo del que carece de todo. 

Hace tiempo que compraron el sueño americano del merito propio y creen que ellos son mejores que el resto.

¿De dónde nace ese odio?

Quizás del deseo de escapar, de no parecerse, de no ser como los otros.

¿En qué reflejo se miran?

Como la madrastra de Blancanieves, esperan que el espejo les diga que son los mejores, los mas lindos. 

Pero todavía no se dieron cuenta que son los perversos de este cuento. 

Comentarios

  1. Te felicito Claudia ¡Excelente reflexión!

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  2. Siempre al punto, Clau. Cómo dijo Jauretche: "La oligarquía es una minoría ínfima de nuestra sociedad; son dueños de la tierra, sí, pero su mayor poder es el de ser dueños de las cabezas de miles de argentinos de clase media que sin tener más tierra que la de los canteros del patio, se comportan como fieles defensores de un modelo que no les pertenece." Cómo bien reza este pensador , que los tenía bien calados, es importante darse cuenta del origen del odio en esta sociedad, aunque te la quieran disfrazar y dártela vuelta, es en las minorías privilegiadas y ellas, cuyo capital principal es la posesión de las mentes de los menos privilegiados mediante el adoctrinamiento de los medios, convencen a sus adoctrinados que es a la inversa, pero, "La multitud no odia, odian las minorías, porque conquistar derechos provoca alegría, mientras perder privilegios provoca rencor." ¡Ojo! cómo dijo Eva: "Triste el pobre que oliendo bosta se cree dueño de las vacas."

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  3. Te aplaudo de pie Claudia. Hubiera querido expresar todo lo que siento de esa manera. Hago mías tus palabras. Gracias!

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  4. Habrá que empezar a construir una nueva hegemonía que involucre a todes les que además de trabajar tenemos tiempo para la cooperadora, la biblioteca, el centro cultural, y demás hechos sociales que nos encuentren .

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    1. No siempre tenemos tiempo, pero el tiempo que tenemos lo distribuimos en esas acciones también.

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  5. Yo también soy de esas con poco tiempo distribuido en cooperadora y demás. Me encantó la publicación Clau 💕🇦🇷

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    1. Todas/os y todes somos juzgados por los personajes perversos. Hay algo que no perdonan. Que los maltrata. Parecen ser felices, pero no lo son.
      Sí, momento para volver a Don Jaureche.
      Fuiste Claudia un gran disparador. Irene

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