139
¿Hay algo más poético que la vida misma?
¿De dónde surge la maravilla de la creación literaria si no es de la realidad?
Las historias, cualquier historia, tuvo que salir de las emociones de alguien.
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Pensaba en todo eso el martes cuando supimos la buena nueva.
Otra nieta recuperada.
La 139.
Por la tarde, mientras picaba verdura, vi la conferencia de prensa de abuelas y lloré mares.
Lloré bien fuerte, no como en las películas sino como en el mundo real. Con mocos y quejidos y con la cara toda deformada.
Así lloré.
Lloré conmovida, fascinada.
Escuché a Estela, a Taty, y a Ramón, el hermano de la nieta recuperada.
Y mientras lloraba pensaba en nuestras Madres y Abuelas, mujercitas pequeñas, de apariencia frágil.
Hace casi cincuenta años que buscan y encuentran. No las para nada ni nadie.
139 nietos.
Ya sé que faltan un montón.
Pero 139 es un numerazo.
139 bebés robados encontraron su identidad porque sus abuelas nunca se cansaron de buscarlos, porque sus familias tuvieron que aprender de esas abuelas para seguir buscando.
Lo pienso y no se me ocurre que existe una fuerza más poética en todo el mundo.
Poesía de guerreras, poesía que es luz y es sueño y esperanza. Poesía que nos habita.
Poesía que se planta frente al monstruo.
El monstruo de mil cabezas que con todo el aparato inmenso, montado para destruir, no pudo con ellas.
No pudo.
Quizás, como en una fábula, al principio las subestimó.
¿Qué podían hacer un puñado de viejas locas?
¿Pero después?
Después se volvieron imparables. Después fueron poderosas.
Después hicieron historia.
Se me ocurre pensar en la leyenda de David y Goliat. El guerrero poderoso es vencido por un simple pastor. El relato bíblico dice que fue ayudado por Jehová.
Yo creo que en la historia de nuestras Madres y Abuelas también hubo y hay una fuerza que las guía. Los hijos, los nietos.
Sueños rotos que fueron recogiendo y ahí están hoy, armando los pedazos para construir sueños nuevos.
139 sueños reconstruidos.
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Sigo pensando en la poesía que habita el mundo real.
Hace algunos años, cuando Juan era chiquito, necesitaba mi compañía para dormirse. Una noche yo me había ido a recostar porque me sentía mal, así que papá se ocupó de hacerle compañía. Juan se quejó, se angustió, resistió.
_ Es que mamá cuida más _alcancé a escuchar desde mi habitación.
Y eso que me cargaba de una responsabilidad no deseada, eso que me fastidiaba, eso, hoy lo sé, era mi superpoder.
Mamá cuida más.
Cuando yo era chiquita también había noches que no podía dormir y también llamaba a mi mamá.
Me daban miedo los rincones en sombras de mi habitación, las luces que entraban por los huecos de la persiana que parecían ojos acechando, lo que podía esconderse debajo de mi cama.
Y siempre que tuve miedo llamé a mi mamá. Siempre.
A veces muerta de sueño y a veces refunfuñando, mi mami venía a mi cama, o me hacía un hueco en la suya.
Así fue siempre. Las mamás protegen. Y si no es la mamá es la abuela.
Porque las Mamás y las Abuelas protegen y custodian.
Los 30000 que ya no están, los 510 apropiados, los 371 que aun falta encontrar.
Y cuando las Mamás y las Abuelas no estén más, seguiremos. Porque ya aprendimos a contar nuestras historias y a cantar para acunarnos.
Ya aprendimos a enfrentar al monstruo.
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Ayer quisieron borrar el 138.
Y hasta da risa.
Estos números no pueden borrarse.
Son números cantados y contados por las Abuelas.
¿Mirá si se van a borrar?
Son 139.
¡Qué maravilla la poesía que hay en los números!
139 se me pone la piel de gallina.
139 historias recuperadas.
139 veces que David venció a Goliat.
139 veces que las guerreras vencieron al monstruo de mil cabezas.
Y así será por siempre.
Qué cosa que ante una situación extrema digamos Ay madre mía!
ResponderBorrarIgual me parece que llegó el momento de repartir por una cuestión más política que de equidad. Porque si cuidamos en comunidad construimos poder y fuerza, necesarias para enfrentar a los monstruos. Yo creo que esa energía de madres y abuelas logró eso. Y por eso perdurarán.
Es cierto, ante el miedo las convocamos a ellas. Qué interesante eso de hacerlo más equitativo. Que todostomemos la posta. Abrazo!
BorrarGracias Clau por poner en palabras nuestros sentimientos.
ResponderBorrar💜💜💜
BorrarMuy hermoso, Claudia!
ResponderBorrarGracias!💜
BorrarGracias por escribir y compartir amiga
ResponderBorrar💜💜💜
BorrarY seguiremos contando.
ResponderBorrarLos nietos ya tienen claro cómo seguir, esos nietos que recuperaron su identidad, tampoco pararán. Y tal vez sean bisnietos los que terminen está búsqueda
La justicia de Dios es implacable, y siempre llega.
Recuperar, rescatar, esa Misión Imposible, es posible ahora desde el apoyo de la Ciencia y con el más grande de los buscadores: el AMOR ❤️
Qué hermoso! Serán los bisnietos pero el camino ya está trazado!💜
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