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Por la educación pública

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Era el '92, pleno menemismo, cuando empecé a cursar en la facultad de Filosofía y Letras. Tenía 21 años y unas ganas tremendas de todo. Pero no tenía un mango. Literalmente.  Cuando empecé a estudiar en Filo, lo conté muchas veces, la situación económica de mi familia era desastrosa.  Yo venía de un hogar de clase media. Y en este punto quiero remarcar que si alguna vez mi familia pudo vivir bien fue gracias a la educación y a la salud pública a las que mucho antes mis cuatro abuelos, inmigrantes pobres, pudieron acceder y ofrecer a sus hijos. Como dije, venía de un hogar de clase media, pero en los últimos años, un poco por la realidad política y otro poco por la salud de mi viejo, con mi familia quedamos en una situación complicada. Si quería estudiar, tenía que trabajar sí o sí.  Esto lo remarco porque realmente fue un esfuerzo importante. En esos años tuve trabajos absolutamente explotadores y precarizados que al menos me sirvieron para seguir estudiando.  Sinceramente, hoy mir

Cuando los Orcos marchan

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Julito Cuando empecé a escribir estas historias de Orcos me acordé de Cortázar y de los Cronopios, obvio. Si Cortázar hubiese escuchado hablar sobre los Orcos, seguramente los habría incluido en su libro, que quizás se hubiera llamado "Historias de Cronopios, de Orcos y de famas" o algo parecido. Y si bien sabemos de su antiperonismo, estoy segura de que su corazón y sus palabras habrían estado de nuestro lado, del lado de los revoltosos. Porque así somos. Siempre Orcos y Orcas. Nunca nunca, jamás oligorcos ni oligorcas. ___________ Marzo Se fue marzo y ahí anduvieron los Orcos y las Orcas, abrazándose y conteniendo las lágrimas; o no conteniendo nada y llorando a mares. Orcos abrazándose y llorando. Orcos abrazándose y gritando.  Orcos abrazándose y cantando. Ocupando las calles con banderas y memoria. Es que llega marzo y a los Orcos el corazón se les pone inquieto. Porque saben que la memoria habita adormecida en cada uno de ellos y saben también que cada marzo despierta p

Catarsis.

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Aclaro que este posteo no tiene pretenciones literarias ni surge de días de reflexión. Es más bien una respuesta casi por reflejo. Necesaria respuesta.  Sepan disculpar. ______ Voy a ser honesta. En mis redes quedan poquísimos votantes de Milei. A la mayoría la fui eliminando, bloqueando. Es algo que no hice nunca, y que habitualmente diría que está mal. Quizás alguna vez pude bloquear a alguien por una discusión o algo así, pero nunca había trazado esta línea, no de manera tan rotunda y tan sistemática. Es que no es una cuestión de "ideas" diferentes  sino de la ejecución de esas ideas.  El problema del nazismo, por ejemplo, no es que tu amigo sea un loquito que se cree que hay razas superiores; el problema del nazismo son los campos de concentración, los guetos, la aniquilación del otro. No son sólo ideas abstractas lo que nos diferencia.  En este mismo momento, mientras escribo este posteo, hay despidos masivos en distintas áreas del estado. Concretamente, hay gente sufrie

El canto de la cigarra

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Es verdad, no somos estéticamente mejores ni somos superiores moralmente, y definitivamente no somos lo que ellos llaman "gente de bien". Somos algo defectuosos y un poco fallados, pero eso sí, somos en comunidad, en colectivo y somos sensibles al dolor ajeno. Aunque al parecer eso no les sirve. Por eso disfrutan de nuestra caída. Aunque están cayendo a nuestro lado, nos miran y sonríen. Como en un dibujo animado, el gato señala al ratón que cae al abismo y se ríe, sin siquiera prestar atención a que él también está cayendo al mismo tiempo y en el mismo abismo.  Parece que se quebraron todos los lazos de entendimiento.  ¿En qué momento empezó a gestarse este orden absurdo en el que el otro debe ser destruido? ¿En qué momento se consolidó esta lógica individualista en la que todo lo comunitario sobra y molesta? Quizás sería justo reconocer que muchas veces hemos subestimado la capacidad de retroalimentación que tiene el sistema capitalista. Cada crisis lo recrudece, lo vuelve

La elegida

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Hoy finalmente tuve la despedida en la escuela, con mis compañeros y compañeras. Algunos no pudieron estar y lo lamento.  Uno tuvo que ir a buscar a un compa que cayó preso en la represión al Gamount. Otra tiene a su compañero con dengue. Signo de estos tiempos. Un gobierno que no declara la emergencia por el dengue ni toma las medidas necesarias correspondientes.  Un gobierno que reprime a quienes se manifiestan contra el avasallamiento a la cultura. Desamparados en materia de salud. Desamparados a la hora de defender lo que es nuestro. Esto es lo que triunfó. No quería empezar hablando de esto que nos está atravesando pero se me hace inevitable. No hay forma de no escapar de la política porque la realidad está en todas partes. En los precios que siguen subiendo, en la violencia, en el desamparo cotidiano.  Pero vuelvo. Hoy celebré mi jubilación, en la escuela de mi corazón y con mis queridísimos compas. Porque es así.  Todos los profesores lo sabemos. Aunque corramos de una escuela a

Despedida

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Y me fui nomás. Sin más vueltas. Casi de querusa me fui. Sin grandes despedidas, sin aula ni chicos ni últimas actividades. Así me fui. Cerré la puerta y salí. Ahora mismo, mientras escribo esto, estoy del otro lado de la puerta por primera vez. Nunca antes había estado acá, del lado de los "improductivos del sistema".  Dueña de mi tiempo. Creo que lo más parecido fueron aquellos meses de licencia cuando tuve a mi hijo. Pero no, porque en ese momento el tiempo tampoco fue mío. Era todo para él.  Desde los diecisiete años y hasta hace sólo un mes, con tropiezos y dificultades, con trabajos precarizados y explotadores, con sacrificios gigantes, con muchísimas torpezas e inseguridades, desde entonces, mi tiempo se rigió con los horarios del trabajo.  Nada fue fácil pero lo logré. Acá estoy. Acabo de cerrar la puerta y siento que un nuevo tiempo me espera. __________ Trabajar por un sueldo. Era lo que más deseaba a los diecisiete años. No me importaba que el pago no fuese lo espe

E

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No puede ser

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Hace semanas que no escribo. No sé por dónde empezar, qué punta elegir. Escribir sobre la plata que no alcanza, sobre las violencias mediáticas, sobre la represión. ¿Sobre qué? Estoy paralizada. Me dejaron sin palabras, justamente a mí que nunca puedo parar de hablar.  Me dejaron sin palabras y es un dolor inmenso que cargo hace semanas porque escribir, contar, me sana, y sé que muchas veces ayuda a sanar a otros. Pero las palabras se escapan. ¿Cómo empezar a nombrar tantas violencias? _____________ _ Cada vez que me entero de algo nuevo pienso "no puede ser"_ me decía una persona conocida. No puede ser. Creo que es una de las frases que más escuché en este último tiempo. No puede ser. Indignación.  Generalmente esta frase se dice en el contexto de algo que sabemos que está sucediendo pero que nos resulta tan sorprendente que inmediatamente verbalizamos la negación de la propia realidad.  No puede ser.  No es posible. No lo puedo creer. Hay algo tan siniestro, temible, desagr

En memoria de las víctimas

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Hoy se conmemora una vez más el día internacional por las víctimas del Holocausto.  Cuando hablamos de crímenes de lesa humanidad, queremos decir que son crímenes que nos lesionan, nos laceran, nos lastiman a todos. Nos lastima la muerte, la tortura, el horror de unos hacia otros, eso si pudiéramos pensarnos como un inmenso colectivo alrededor del mundo. Sin diferencias, todos merecemos una vida digna bajo este cielo. Entonces no es posible empatizar con las víctimas de un genocidio y despreciar a las de otro. No es posible.  Si te conmueven unos pero podés permanecer insensible ante el dolor de los otros, entonces, hermanos y hermanas, entonces, todos lo que decís sentir es una gran mentira. Cáscaras.  __________ No existen pueblos de primera categoría y pueblos de segunda o tercera.  Si pertenecés a alguna comunidad que es minoría lo sabés. Desde chico. Tus padres te lo advierten. Te pueden decir esto o lo otro. No les hagás caso. Como si fuera fácil no hacer caso. Como si se pudiera

Un tiempo verde

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Todo lo que escribo últimamente es resultado del dolor y de la angustia. Hace semanas que quiero escribir sobre otros temas. Otros. Escribir sobre temas que no sean necesarios ni urgentes, porque, después de todo, como dice el poeta: " necesario" es que esto cambie  de una buena vez, y parece que para eso falta un tiempo largo. Hace días, decía, que doy vueltas pensando en historias pequeñitas, historias remolonas, fugaces. Quisiera escribir, por ejemplo, sobre una planta que creció desafiando al olvido. Nada más y nada menos. _________________ Patio chiquito plagado de macetas y macetitas. Observación.  El momento mágico del brote. El botoncito verde que crece en el tronco áspero cuando nadie lo espera. El rosal de flores amarillas y anaranjadas fue el regalo de un día de la madre, hace más de cinco años. Desde entonces florece cada primavera, aunque le cueste. Unos hongos lo invaden cada tanto tiempo y tengo que pulverizar sus ramas con jabón potásico. Pero los hongos vuelv

Sueño de Orcos

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Después de escuchar los últimos anuncios, el Orco apaga la tele y se va a acostar, pero la angustia no lo deja dormir. Da vueltas para un lado y para el otro. Los fantasmas andan rondando por ahí. ¿A qué le teme un Orco?  El Orco le teme a Los Ciudadanos de Bien, monstruos de saco y corbata que con una prolijidad impoluta golpean las puertas de todos los sueños posibles.  Ahí están, así que el Orco no puede dormir y frases como "catástrofe económica" y "magnitud desconocida" se quedan un buen rato retumbando en su mente. Pasan varias horas. Finalmente un hilo de ilusión se cuela en el silencio nocturno. A esa ilusión se aferra el Orco, la deja crecer en la oscuridad de la noche y ahí sí, cierra los ojos y, finalmente, se queda dormido. __________ Apenas la mañana entra por las ventanas,  el Orco despierta. En su mente aún retumban las voces de los fantasmas nocturnos y se pregunta si tal vez no fue todo una pesadilla. Entre mate y mate abre la pantallita y lee las n

La disputa por el sentido

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Difícil dejar de hablar de todo lo que está pasando. Cronología   Día uno: el anuncio de una serie de medidas para empobrecernos más a los trabajadores. En las redes algunos seguidores se lamentan porque una cosa es bancar los trapos y aguantar la tormenta y otra muy distinta es ver cómo se duplica el valor de los planes sociales. No sé si saben cuál es el monto de estas asignaciones y cuán desfasado está hoy. Día cinco: la vieja nueva ministra de seguridad, la que reprimió a mapuches, la que negó los asesinatos de Santiago y de Rafael Nahuel, esa misma, anuncia un protocolo para reprimir manifestaciones populares. Muchas personas dicen que está bien, porque circular es un derecho. La nueva ministra del ministerio de capital humano agrega una serie de amenazas siniestras: "El que asista a un paro deja de cobrar el subsidio".  Día siete: una emergencia climática y un rambo trucho que expresa el abandono literal del Estado ("Confío en que van a salir adelante con los recur