Pensar en ellos
_ ¿Y qué quiere? ¿Que no me defienda? Si ella me viene a pegar yo me voy a defender_ me explica. _ ¿Pero por qué te vino a pegar? _pregunto. _ No sé, me dijo que hablé mal de ella. _ ¿Y vos habías hablado mal de ella? Me mira y una leve sonrisa aparece en su rostro. _ No soy la única profe. No. No es la única. Conversaciones como esta se repiten una y otra vez. Casi todas tienen frases parecidas: "él empezó", ""me miró mal", "se metió con mi mamá", "me insultó", "miró a mi novio", "le pegó a mi hermana". Una palabra, una mirada, un rumor y de un momento a otro se produce un conflicto. Últimamente así está el clima en la escuela. En las escuelas, porque mis colegas cuentan que en sus escuelas ocurren hechos similares. ¿Cómo se sigue? Lo pregunto con honestidad, a sabiendas de todas las críticas que llueven sobre los docentes cuando surgen hechos de violencia en las aulas. La sociedad, la misma que habitualmente desvalo